—¿Tienes todo? —inquiere Manu mientras se sube al asiento del conductor de su auto.
—SÍ, tiene todo —le dice Dulce anotando algo en su pequeña libreta—. Yo la ayudé a guardar las cosas.
—Exactamente —afirmo yo y Manu asiente con la cabeza.
—¿Tienes batería en tu móvil? —pregunta Manu y antes de que yo diga algo, Dulce responde por mí.
—Tiene, yo me aseguré de eso —responde la pequeña niña y así con todas las cosas importantes.
Ella y yo hicimos una lista de las cosas que se necesitan y aunque son pocas, Dulce se empeñó en asegurarse de que tengo todo.
Traigo mi mochila del instituto con mi uniforme bien doblado y planchado, el cargador de mi móvil y unas cosas para comer. Nada más, ya que solo va a ser llegar, ir al congreso e irnos en el menor tiempo posible,
En el tren nos dan el desayuno, así que no hay mayor problema. Lo que sí es que llevo dinero.
Y voy a viajar con un pantalón de jean, remera básica y un buzo bordó. Además, traigo en mi mochila mi gorra de béisbol negra y un peine. Nada más.
Manu se ofreció a llevarme, aunque Rocco y Elián querían hacerlo. Yo me mensajeo con Luz, quien también está saliendo de su casa.
Son las diez y cuarto de la noche del domingo, y tenemos que ir a la estación de trenes de larga distancia para partir a las once de la noche.
Roberto se despidió de mí antes de salir, y Ángeles me dio un asentimiento de cabeza cuando salí por la puerta y nada más.
Manu pone en marcha su automóvil y vamos rumbo a la estación.
Tengo mi boleto del tren en la mano junto con el móvil y oigo el mensaje de voz de Luz.
—¿Crees que el desayuno va a ser bueno? Igual compré churros para que comamos.
Sonrío y le respondo.
—Espero que sean rellenos.
—Pero por supuesto. ¿Con quién crees que hablas? —responde la morena y yo me carcajeo.
Estela me envió un mensaje hoy, deseandome buena suerte, así que le agradecí por sus buenos deseos.
El camino lo hacemos divirtiéndonos las tres, y yo la paso bien así. Aunque siento que hay una incomodidad que hace que me remueva en mi asiento.
Manu no tarda mucho en llegar a la estación de tren. Es un lugar grande, lleno de luces y donde salen muchos trenes que van a distintos lugares del país. Lo primero que mi hermana hace es buscar estacionar el vehículo en el gran estacionamiento del lugar. Hay poco espacio para estacionar los vehículos.
—Bajen aquí y yo las busco en un momento —me dice mi hermana mayor y entonces, Dulce y yo bajamos del auto y terminamos en la acera, observando a la gente ir y venir en todas direcciones, por el ajetreado flujo de gente en la ciudad, aunque sea a esta hora.
Van a ser las 23, y aún hay personas intentando llegar a casa luego de sus largas jornadas de trabajo.
Cuando bajamos, Dulce camina a mi lado y me toma la mano. Caminamos ambas hacia dentro de la estación, a la zona del andén 5 que es el que me toca a mí.
Cuando camino dentro de la estación, lo primero que vemos son las luces y el estilo de la arquitectura antigua y sofisticada, aunque maltratada por el tiempo. Las paredes son de cemento, que en algún momento eran de un gris claro y ahora se ven un tanto consumidas por el tiempo, pero sin perder su fineza.
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Malas Intenciones
RomanceCuando tu mejor amiga de toda la vida traiciona tu confianza y compite contra tí por el amor de tu crush, tienes solo dos opciones. Una es dejar todo pasar, y la otra es acosar al nuevo chico misterioso de tu instituto con fama de fuckboy y crear un...