☾Capítulo 21☽

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¡SIIIIII!

¡Sabe mi nombre!

¡Oh si oh si!

¡Eureka!

¡Oh yeah madafaka!

Pego brinquitos en mi lugar mientras contengo las ganas de gritar de la alegría.

¡Acabo de tener una cita con mi crush!

Saco el papel de mi bolsillo donde estaba el mensaje de Elián y le doy un beso.

—Ajá, oh sí, sabe mi nombre oh si, soy Bianca —canto en voz baja de la alegría sin pensar que estoy haciendo el tonto en medio de la calle.

Nada puede quitarme mi alegría.

Guardo el papel en mi bolsillo, sin embargo, a causa del viento, este se vuela y lo veo deslizarse por el aire hasta caer en las escaleras del pórtico de la casa de J.

Aunque para mi suerte, veo las luces apagadas.

—Genial, no hay nadie —digo para mi con una sonrisa mientras camino hasta el porche rápidamente y veo el papel subir por el viento hasta cerca de una columna.

—Necesitas un psiquiátrico Tyson —oigo que una gruesa y pastosa voz dice frente a mí quitándome de mi momento de sueño de nubes de algodón de azúcar, arcoiris y unicornios.

Abro los ojos como si fueran dos huevos estrellados en mi cara y levanto la cabeza para verlo.

J está en su pórtico, cruzado de brazos contra una columna y mirándome con su sombría expresión de odio al mundo mientras su pie aca de frenar al papel y lo observo leerlo.

Retiro lo dicho, alguien sí puede quitarme la alegría.

Lo observo con sorna ignorando su comentario y sonriendo de la alegría.

—No me importa lo que digas —le digo como quien no quiere la cosa empezando a caminar hacia su lado para tomar el papel, sin embargo, él lo pisa con su pie entero, impidiéndome tomarlo.

Lo observo con dagas en los ojos mientras ambos estamos cubiertos por la oscuridad de su porche, tan sombrío como él.

—Devuélvemelo —le ordeno con ira.

J me sigue con la mirada.

—Eres una chiquilla tonta —me dice así como quien no quiere la cosa, como si yo le hubiera dicho algo.

Me detengo con el ceño fruncido.

—¿Qué te ocurre King? —inquiero con las cejas enarcadas.

—¿A mí? Nada —se hace el desentendido con su tono de burla mientras sus ojos negros me observan desde la sombra de su pórtico. Estamos apenas a unos dos metros metros de distancia, pero puedo sentir ese aura oscura y ese aire eléctrico que se carga—. Aquí el problema eres tú Tyson.

¿Yo?

¿Yo soy el problema?

—¿Qué dices? —inquiero con curiosidad mientras me cruzo de brazos aparentando ser fuerte, aunque estoy a la defensiva.

J se mueve un poco debajo de su porche para tomar el papel entre sus dedos, mientras acorta la distancia dejándose iluminar por la luz y se acerca a mí, mientras yo contengo la respiración. Viste únicamente ropa de color negra y su cabello blanco despeinado.

Se detiene unicamente a escaso un metro de mí, que esto parada en el límite de su escalera.

—¿Qué haces? —inquiero con nerviosismo cuando lo veo caminar con imponencia hasta detenerse a menos de un metro de mi cuerpo y verlo observarme con el ceño fruncido, como si estuviera enojado conmigo.

Malas IntencionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora