Malas Intenciones

☾Capítulo 2☽

—Y así es como nacen los bebés —le termino de decir a mi hermanita, la cual tenía que hacer una entrevista a un adulto, para una tarea de su escuela sobre procesos biológicos del cuerpo, ella eligió el parto aunque podría haber elegido la menstruación que obviamente era más fácil de explicar.

Dulce me mira con libreta y lápiz en mano y con la boca abierta.

No sé si le rompí el cerebrito o algo, porque tiene la mirada como en otro lugar pero con una mueca de asco y asombro, y la boca entreabierta.

Tal vez fui muy explícita para su edad.

Digo, tal vez contar con lujo de detalle el proceso del parto natural a una niña de ocho años es mucho.

—Woouu —es lo que dice cuando parece dejar de imaginar toda la escena— recuérdame no tener hijos —termina sentenciando con cara de determinación.

—Tienes ocho años Dulce, tal vez quieras tener hijos en el futuro, pero está bien.

Ella asiente con la cabeza mientras apoya su libreta y lápiz en mi cama, en la cual estamos sentadas con las piernas cruzadas, como indios. Ella lleva sentada en mi cama unos minutos, porque necesitaba a un adulto que le responda y como no estaba Manu y nuestros padres aún no llegan, decidió que yo soy un adulto, aunque tengo dieciocho años recién cumplidos dijo que era lo más cercano que podría encontrar a estas horas. No supe si sentirme halagada u ofendida.

—Antes de eso me corto los testículos.

La miro y me echo a reír. Ella se cruza de brazos sin entender porque me rio.

—¿De qué te ríes? —inquiere con curiosidad.

—Tú no tienes testículos Dulce.

En eso veo que mi pequeña hermanita me mira con los ojos muy abiertos y luego parece dejar salir un suspiro de alivio.

—¿Qué ocurre? —pregunto con curiosidad.

—Menos mal Bian, yo no me los encontraba y pensaba que debería decirle a mami que me lleve al doctor.

Mi hermana termina de decir eso y no puedo hacer otra cosa que partirme a carcajadas. Ya me imagino la situación. Mi hermanita yendo a decirle a mis padres que la lleven al doctor porque no tiene testículos.

Dulce junta sus cosas y salta de mi cama al suelo.

—Gracias Bianca, te debo una —agradece y se va de la habitación con una sonrisa en el rostro, alegre por no tener testículos.

Dios, mi hermanita es de las que no hay.

Miro mi reloj y son las 20:49, mis padres llegan en una media hora, mi hermana Manu salió con unas amigas y Dulce está entretenida viendo un vídeo de partos, o al menos eso me dijo que iba a hacer, entonces aprovecho para levantarme de mi cama y voy a cerrar la puerta de mi habitación con llave y luego camino hacia mi ventana para cerrarla con traba y luego dejar caer la cortina.

Cuando me aseguro un poco de privacidad, apago la luz de techo y enciendo una pequeña lámpara que da una iluminación mucho más tenue, me quito mi uniforme del instituto, el cual aún no me había quitado y voy a buscar la caja blanca que se encuentra debajo de mi cama.

Sujeto la caja y la pongo sobre la cama.

Al abrirla lo primero que me encuentro es un papel satinado, y al levantarlo me encuentro con mis conjuntos.

Conjuntos de ropa interior.

Lencería.

Y de varios estilos.