SI ESTUVIERAS EN SEVENTEEN

126 Light Bulb

Años tuvieron que pasar para que pudiera sentarme aquí y verlo a la cara sin querer gritarle o llorar.

Esto era por nuestro bien, me lo repetia desde la noche anterior.

—¿De que querías hablar? —me sonríe y tal vez sea la última vez que la vea.

—De nosotros.—se siente extraño decirlo así en la situación en la que nos encontramos. —Yo te ame mucho, Doyoung.—su sonrisa se borra.

—Mi mánager me llama, me tengo que ir...—esta por irse pero esta vez soy yo quien lo detiene.

—Por favor, escuchame ahora tú.—sus ojos esta rojos señal de que quiere llorar y aunque no quiere vuelve a sentarse.—Te tengo un gran cariño por lo que tuvimos, nuestra amistad fue algo muy importante para mí, antes de Joonwo, eras mi mejor amigo y el único que tenía. Nuestra relación aunque no fue un cuento de hadas fue linda, me respetaste y estuviste conmigo sin pedir nada, eso siempre te lo voy a agradecer. Ese día debo admitir que me dolió, me destrozó en el alma que me hicieras eso, que me negaras como si te avergonzaras de conocerme, me culpe durante varios años.—él me mira sin entender. —Sentí que yo misma me busque que lo hicieras, me dije que me lo merecía, que crías que no sería nadie si sólo tenía una pastelería y no una campeona olímpica de la cual estarías orgulloso de mostrar.

»Pero entonces los conocí, y me hicieron ver que cualquier decisión que lleguen a tomar las personas, sean buenas o malas, sólo es por ellas, pero aún así te guardaba rencor por no haberme dado una explicación. Fue cuando leí mi contrato, me quería hacer a la idea de que quizás no tenías la culpa, aunque otra parte de mi decía que sí, y que debías luchar por lo nuestro, pero no es así, tu tenías un sueño y debías cumplirlo estuviera yo o no. Nunca te hubiera detenido Doyoung, eras lo que más amaba pero me mentiste y eso fue lo que más me dolió. Ahora me doy cuenta que realmente fue eso lo que hirió mi orgullo, que no me tuvieras la confianza de la que siempre me hablabas.

—Lo siento, So Ah. Sé que te falle pero podemos, no, puedo arreglarlo, dejame ser alguien nuevo para ti. —tomó mis manos por encima de la mesa, pero yo negué.—So Ah...

—Fuiste el amor de mi vida, Doyoung, pero no eres el amor para mi vida. Me costo mucho amor dejarte ir y no lo arruinare de nuevo, no lastimaré a la persona que realmente me ama.

—¡Yo te amo! —vuelvo a negar.

—Tú no me amas, amas el recuerdos de lo que teníamos, esa sensación de calidez que hace mucho tiempo ya no esta.
Si seguimos así lo único que provocaremos es caer en una monotonía, no quiero seguir así, no quiero esto para nosotros, lo que tuvimos no hay que transformalo en algo horrible, algo que no podamos terminar.

—Eso quieres tú, pero yo no, So Ah, te haré cambiar de opinión
Cambiare por ti.—se levantó llendose.

Esto no fue lo que planee.