SI ESTUVIERAS EN SEVENTEEN

88 Una para ti

Después de que Vernon y tu dejaran atrás esa pared de indiferencia los dos se hicieron muy cercanos, al igual que con Dino, llegabas a pasar mucho tiempo con él por ser uno de los menores.

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Te encontrabas en la Sala de prácticas, a veces te gustaba practicar a ti sola los pasos que no te salían ya que aún te costaba estar al ritmo de los chicos. Llevabas ya dos horas practicando y estabas exhausta, te dejaste caer en el piso acostandote a tus anchas.

—Noona.—una cabeza de asomo por la puerta y sonreíste al ver de quien de trataba.

—¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando.—él entró sentándose a tu lado.

—Me gusta estar en el departamento pero se siente raro cuando no estas, así que decidí venir. —te sonrió.—Y mira. —buscó algo en su mochila—Traje gomitas. —sacudió una bolsa entera con diferentes tipos de gomitas.

—Hace unos días te sentiste mal del estomago, te recuerdo que fue por comer a montones de esto junto con Dino y Boo. —le reprochaste para que recordará que se quejaba mucho.

—Pero ya estoy mejor y aparte te tengo a ti que sé que me cuidas.—te sonrió y no pudiste evitar sonreir, te conoce.—Toma, sé que te gustan las que saben a mora y a mi también por lo que, una para ti y una para mi. —sonrió como un niño pequeño mientras las repartía.

Esta faseta de él era una que no mostraba muy a menudo, mucho menos en público, le daba un poco de vergüenza, pero Hansol era un niño pequeño por dentro y al cual le gustaba mucho demostrar su cariño de diferentes maneras, a ti por suerte te tocó la amable, ya que aveces con Joshua o con Woozi les daba de almohadazos para después abrazarlos, era un amor apache que no entendían.