Ánimaremágnum

Sinfín

No, remembranza inquebrantable.
Solamente quedará el viento.
No más.

Ya no seremos,
en el puente,
ésos saltos desesperados.

Ya no seremos,
el candor
de un beso ineludible.

Yaceremos,
sin más.
Todo nuestro retrato se desteñirá,
como toda hojarasca otoñal.

Allí,
por debajo del río,
nuestro corazón
será vidrio encapotado.
Ya sin los rayos del sol.
Ya sin la luz tenue de la luna.

Ay, remembranza incontrolable.
Solamente quedará el viento.
Nada más.

Sin más,
barriendo los pálpitos,
las heridas,
los memoriales
y, las caricias de algún tal vez.

Sin más,
barriendo los minutos,
las horas
y, los años apilados en grisácea materia.

Sin más,
el viento nos llevará
hacia el soplo definitivo.

Seremos polvareda de polvaredas...
-Granito por granito-
...hacia el horizonte del último canto sidéreo.

Yaceremos,
por fin.
Solamente quedará el viento...

Seremos,
el sinfín
de las historias fantasmales.