Ansia

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Te deseo siempre,
desde el vuelo incesante de la imaginación.

Te deseo siempre,
desde el ardor del candelabro
hasta la última chispa de una fiera corrupia.

¿Sabes, constelación imperturbable?
Como un centinela,
con voluntad férrea,
contemplaría todo el tiempo
tu pintoresca nebulosa y sus latitudes de plectro ciclópeo.

¡Poro por poro!
Deseándote siempre
en pos de salvajes delicadezas de los sentires
¡Recoveco por recoveco!

A flor de piel,
te deseo siempre...

SIN ESTADO LARVARIO

SIN ESPESO SUDARIO








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