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Aquellas palabras recorrían la cabeza de Seo. Estuvo por cometer un terrible error, uno que podía lastimar a sus dos amigos.

Ahora lo recordaba, ellos se gustaban desde hace tiempo. Besarlo no era algo que se le sería perdonado, menos por Hwang, ya que hace bastante le comentaba sobre lo mucho que amaba al pequeño Han. Apenas lo escuchó, se separó lentamente, lleno de arrepentimiento.

"—Me gusta alguien más, no puedo besarte... Puede que suene raro, pero me sentiría infiel a él."

Lo peor, es que por la emoción del momento, había llamado a su hermano, cosa que resultó fatal. Terminó arruinado las cosas, pues el pelinegro no lo miraba como de costumbre, se lo veía muy asustado, como si quisiera escapar de él y no escuchar sus disculpas. Mantenía sus ojos bien abiertos, llenos de desesperación, tristeza.

Jisung estaba pasando por una especie de ataque, tenía mucho miedo de que algo le pase, de que lo toque. El corazón le latía desenfrenado, haciendo que la respiración se le vuelva tonta. Solo quería estar con su mejor amigo.

Ahora, se encontraba en la puerta de la casa, sabiendo que Hwang vendría a darle su merecido. No tuvo que haber permitido que su hermano intervenga en sus temas personales, no cuando tenía una hermosa amistad con el castaño.

Levantó su mirada y allí estaba, con el ceño fruncido y sus manos en dos puños viniendo directamente a su cara. Dejó que todo pasara, después de todo se lo merecía por tonto, según él.

— Confié en tí.— Le escupió lleno de furia. — ¡Sabías perfectamente que me gustaba y aún así lo acostaste por una estúpida curiosidad!

Lo único que recibía era golpes y sacudidas bruscas, después su cuerpo dolería pero ya no le importaba. Casi hace algo irreparable para el menor, y lo sabía perfectamente, pues había quedado sentado en el sofá con la vista perdida.

— No le hiciste nada ¿Verdad? Si lo hiciste juro que te mato en éste mismo instante.

Hyunjin le dió un último golpe y sacó la copia de llaves de la casa. Con rapidez, abrió la puerta y corriendo fue a buscar a su pequeño, dejando a Seo sentado contra la pared con mucho dolor en el cuerpo.

Encontró a Han en el sofá, con las piernas unidas al pecho y su cabeza escondida en ellas, una imágen totalmente desgarradora. Se acercó con suavidad, calmando toda la adrenalina que sentía por las acciones anteriores y se sentó junto a él. No veía nada extraño en su apariencia, tenía la ropa bien puesta y el cabello peinado como de costumbre.

— Jisung.— Lo llamó en un susurro, colocando una de sus manos en la espalda del menor.

El pelinegro levantó la cabeza lentamente encontrándose con la mirada asustada de quien amaba. Para ese entonces, Changbin ya se había ido, dejando a Han con miles de preguntas en su cabeza.

¿Quién era la chica de la que Hyunjin gustaba? ¿Acaso canceló sus planes para verla?

— Mierda, estaba tan asustado ¿Estás bien?— Habló desesperado Hwang.

— Si, estoy bien. — Su voz era distinta, muy apagada a la de siempre. — ¿A tí cómo te fue?

Lo miró confundido, no entendía a qué venía la pregunta, la respuesta era muy obvia. Apoyó su cabeza en el hombro de su amigo, respirando por fin con tranquilidad.

— Bien en un principio, pero me asustaste. — Rio, esperando lo mismo del pequeño. — ¿Qué sucede?

Han bajó la mirada, pensando que quizás ya la había conquistando por completo, sintiéndose mal por haber interrumpido en su mejor momento. Era un tonto, nunca tuvo que enamorarse de su amigo, ese que tenía en claro quien le gustaba.

— No es nada.

— Changbin no te hizo nada ¿Verdad? — Preguntó volviendo al tema.

— Nada que no me gustase. — Mintió con el corazón roto.

Hubiera aceptado ese beso, pero su malestar y Hyunjin en su cabeza no se lo permitieron, menos su corazón.

— ¿Cómo así?— Volvió a preguntar el castaño, sintiendo su sangre hervir. — Jisung, responde. — Demandó duro.

Nada, no se le ocurría que inventar, no podía mentirle, algo no se lo permitía. Mantuvo silencio, ignorando la fuerte mirada penetrante de su amigo ¿Qué le molestaba? Él gustaba de alguien más, no podía reclamarle.

Hyunjin ya cansado de esperar y súper enojado, lo tumbó en el sofá con rabia, quedando el cuerpo de Han acostado. Se subió sobre él y comenzó a hablarle brusco.

— ¿Qué mierda hicieron? ¿Lo hiciste con él? ¿Tuviste sexo? — Dijo fuerte, mirando el rostro sorprendido del pelinegro. — Seguro no te satisfació una mierda, no sabe nada, no puede hacerte sentir lo que sientes conmigo.

Se lanzó a sus labios demandante muy descontrolado a falta de una respuesta. No podía ser verdad, ellos no lo habían hecho, no lo creería. Ninguna señal de que eso hubiera pasado estaba.

Jisung no movía ni un centímetro de su boca, solo mantenía las manos en su pecho para separarlo. Hwang en un intento desesperado, levantó la camisa y comenzó a tocar su cuerpo sin la suavidad de siempre, apretando y dejando las huellas de sus manos en su piel.

En un movimiento fuerte, Han logró separarlo de su cuerpo, y por la adrenalina del momento le dió una bofetada. Ya no quería sentirse usado, no lo permitiría más. Las lágrimas impedían ver con claridad, pero nada le importaba, le diría todo.

— ¿Por qué vienes a molestar? ¿No te alcanzó con revolcarse con otra?— Habló furioso.

— No entiendo qu-

— Cierra la maldita boca.— Gritó Jisung. — Estoy cansado de que juegues conmigo, esto es el límite. — Las gotas cayeron de su rostro como canilla mal cerrada.

— Escucha, no se lo que estas dicien-

— ¡Vete de mi casa! — Lloró fuerte, con el pecho apuñalado. — No quiero verte en mi vida. Ya tienes a otra, déjame en paz.

¿Otra? ¿Acaso Seo se había inventado eso para manipularlo? Era un bastardo, jamás se lo perdonaría, se había pasado de la raya.

— ¿Quién te dijo eso, eh? ¿Le crees a él y no quieres escucharme? — Dijo con furia. — No estoy con nadie.

— ¡Eres un mentiroso!— Le gritó mientras lo empujaba hasta la puerta. — Ni siquiera se porqué me das explicaciones, no somos pareja ni nada. — Decir eso le dolió, pero era la triste realidad.

— Bien, me voy. — Respondió a su ataque con brusquedad. — ¡Después de todo tu eres el que re revolcó con otra persona, yo no!

Sus pechos dolían, estaban totalmente idos de sí, lo sabían. Hyunjin abrió la puerta y antes de cerrarla le tiró con fuerza la copia de llaves al piso.

— Toma, para que veas que no te voy a ver nunca en mi vida, como dijiste. — Tenía algo pendiente que decirle antes de desaparecer, algo que tuvo en su corazón desde hace tiempo. — ¡Ah ¿Y sabes quién me gusta? Tú me gustas, idiota! ¡Me gustas! — Deletreó con furia y tristeza.

Cerró la puerta entre lágrimas, y se largó. Era su primera discusión en años, y la peor, una que los distanció durante un largo periodo de tiempo.

Street Se✗  ||  HyunSungWhere stories live. Discover now