Street Se✗ || HyunSung

17

Hyunjin se encontraba relajado en su escritorio, pues ya no le quedaba más papeleo por hacer. Jugaba con los anillos de sus manos, en específico con el que Han le había regalado hace dos años.

— ¿Aburrido?— Preguntó Seo en una sonrisa.

— Bastante la verdad. — Suspiró. — No tengo nada por hacer.

— Entonces juguemos a preguntas y respuestas.

El castaño aceptó sin pensarlo dos veces, todavía quedaban algunas horas para que su jornada terminara. Ambos sabían mucho del otro, pero perder el tiempo con un juego tan absurdo se veía tentador.

Las preguntas eran muy básicas al principio, nada fuera de lo normal, pero de pronto se volvieron algo picantes por parte del mayor.

— Jisung debe hacerlo bien ¿No?

Hwang abrió sus ojos en demasía, estaba algo confundido con la pregunta. No entendía porqué su amigo preguntaría tal cosa. De igual manera, asintió tímido con la cabeza.

— ¿Por qué terminaron tú y tu novia?— Bingo, el musculoso tenía paso abierto para empezar con su plan.

— Es un secreto, pero te lo contaré de todas formas. Soy actor porno, y la engañé un par de veces. — El alto se quedó sorprendido por lo que Seo respondía. — El día en que me terminó, fue porque descubrió un chat con otro actor, Quokka Baby.

Silencio, todo se había puesto tenso. El corazón del castaño palpitaba rápido, pensando de que quizás Han ya había tenido encuentros con Changbin. A la vez no tenía sentido, pues él era el camarógrafo y se enteraría de los encuentros antes que nadie.

— ¿Tu lo conoces? ¿A Quokka Baby?— Preguntó inocente, ya sabiendo la respuesta por el cuerpo tenso de Hwang.

— N-no lo conozco, sabes que no veo esas cosas.

"Mentiroso" Pensó Seo.

— ¿De verdad? Pensaba que si lo conocías, de verdad es alguien muy candente. — Comentó con tranquilidad, siguiendo al pie de la letra lo dicho por Jeongin. — Debería seguir insistiendo en una colaboración con él, quiero conocerlo.

Enojo, eso recorrió la anatomía de Hyunjin. Entendía que Seo no conocía al actor tanto como él, no sabía quien era realmente, pero eso no evitó los celos. No sabía que hacer, como evitar de que se entere y a la vez que no hagan un video juntos. Su respiración le fallaba, y sus manos se apretaban una a la otra para evitar hacer algo de lo que arrepentiría después.

— ¿Sabes? Mi hermano quiere verte, hace mucho no habla contigo. — Cambió de tema rápido, pues ya veía las intenciones de su amigo.

Ya no tenía que seguir el plan, pensaría en otra cosa mas eficiente. Quizás visitar a Jisung no le haría ningún mal a nadie.

— Oh, creo que le avisaré a Sunggie que no podré verlo hoy. — Avisó mientras tomaba su celular entre sus manos, olvidando todo lo anterior.

Jeongin fue uno de sus fieles amigos, el que más sabía sobre sus sentimientos por Han. Andaban de acá para allá cuando podían, pero sin dejar de lado al pelinegro. Era alguien que le hacía olvidar todo, hasta lo más importante.

Jisung miró su celular desilucionado, su mejor amigo no vendría a buscarlo como las veces anteriores. Entendía que también tenía su vida, pero realmente necesitaba estar cerca de él.

Soltó un suspiro melancólico, y apretó el botón de planta baja, en donde nadie lo esperaría, o eso pensaba. Al abrirse las puertas del elevador, encontró a Seo con una enorme sonrisa en su rostro.

— Hola, bonito.— Saludó más contento de lo normal.

— ¿Changbin? ¿Qué haces aquí? — Preguntó curioso, pues no era muy unido con él.

— Hyunjin me avisó que iría a ver a Jeongin, así que decidí venir por tí. — Dijo tomándolo de la mano. — Vamos a comer y luego iremos a tu casa, tengo muchas cosas que comentarte.

Han siguió los pasos del bajo hasta el auto, uno realmente lujoso. Observó como Seo le daba paso a entrar, cosa que hizo sin rechistar. Todo era sumamente extraño, pero al ser su amigo no le tomó importancia.

El mayor tomó el volante, dirigiéndose hacía un restaurante de Sushi, la comida favorita del pelinegro. Durante el viaje hablaron de temas triviales, trabajo, amistades y familia, nada raro.

— Hay algo que quería decirte.— Soltó Seo una vez la comida en mesa. — Hyunjin últimamente anda muy raro... con una chica. — Mintió.

— ¿D-de verdad?— Preguntó algo angustiado.

— Si, pero no se si es algo serio. — Con los palillos tomó un trozo de salmón para dirigirlo a su boca.

Un peso en su pecho se hizo presente, y un nudo en su garganta hizo que tuviera ganas de romperse a llorar. Hyunjin estaba conquistando a quien realmente le gustaba, y eso le dolía bastante.

Sabía perfectamente que sus sentimientos no eran iguales a los de Hwang, que los de su amigo era pura tensión sexual, pero para él todo era distinto.

— ¿Te sientes bien? — Preguntó otra vez con falsa inocencia.

— N-no.— Susurró a punto de llorar.

— Paguemos ésto y vamos a casa ¿Si?

El menor asintió y se dejó llevar por los brazos del musculoso. De un momento al otro su día cambió drásticamente, pensaba que todo estaba saliendo bien, pero la realidad era otra muy distinta, Hyunjin no lo quería y debía aceptarlo ¿No?

Changbin estaba algo infeliz por la gran mentira que le hacía creer, pero no había vuelta atrás. Después pagaría las consecuencias si era posible, pero ahora solo quería estar junto al actor que tanto lo enloquecía.

Por otro lado, Jeongin distraía a Hwang con conversaciones sin sentido. Tenía todo a su favor, solo quedaba no aburrirlo y esperar el llamado de su hermano descubriendo la verdad de Quokka.

Todo esto lo hacían por su insana curiosidad, no tenían el propósito de comentárselo a terceros. Estaban completamente mal, pero a ninguno le importaba.

— Llegamos.— Comentó Seo mayor mientras bajaba del auto.

Jisung con toda la pesadez del mundo, bajó del auto y buscó sus llaves en su maletero. Sus ánimos estaban por el piso, ya no quería ver a nadie, solo quería llorar.

Abrió la puerta dejando pasar a Changbin, quien deseaba por completo aquél cuerpo bronceado. Una vez dejándolo pasar, un susurro algo alto y unas manos en su cintura, lo dejaron intranquilo.

— Quokka Baby. — Han volteó a verlo con sus pulsaciones a más no poder. — Por fin te conozco en persona, Quokka.