Street Se✗ || HyunSung

18

El miedo recorría sus venas, su corazón latía como martillazos a la nada. Quería llorar, no sabía que hacer en ese momento, estaba totalmente desesperado. Veía aquellos ojos totalmente brillantes, llenos de deseo, muchas cosas le decían con tan solo observarlos.

— ¿Q-qué estás diciendo, Bin?— Intentó disimular, pero al parecer nada resultaba.

El agarre de su cintura se hizo mucho más fuerte, cosa que lo hizo soltar un pequeño jadeo de la imprecisión. Se encontraba tan cerca de su rostro, sus nervios salieron a flote sin darse cuenta.

— Quokka Baby.— Repitió con una sonrisa algo perversa. — Sé que eres Quokka Baby.

Lamentablemente estar pegado a la puerta no le servía de nada, no podía escapar de los brazos de Seo.

Se removió un poco, intentando de que el mayor le diera un poco de espacio, pero nada resultaba. La respiración en su cuello fue la peor sensación que tuvo en ese instante.

— ¿Cómo sabes eso? — Preguntó casi temblando.

— Me lo acabas de confirmar.— Respondió dejando un beso en su cuello. — Sso ¿Lo conoces?

Las alarmas internas se hicieron presentes, no podía ser él, todo tenía que ser un mal sueño.

— Deseé tanto estar así contigo, no sabes cuanto. — Susurró en su oído. — Hyunjin fue muy tonto al dejar su celular frente a mi.

Jisung estaba totalmente petrificado, totalmente en shock. Su cuerpo no reaccionaba, como si su alma lo hubiera abandonado. Sus piernas comenzaron a temblar de los nervios, y su respiración de volvió errática. Sentía que se desmayaría en ese momento, todo estaba lleno de niebla en su mente.

— Tienes un cuerpo muy bonito, seguro no pudo contenerse a tocarte más de una vez. — Siguió el mayor con picardía. — ¿Será quién aparecía en los últimos videos?

El castaño no contestaba, tenía la garganta totalmente seca, con un nudo indescifrable. Tenía mucho miedo de lo que pudiera pasar, pero de igual manera no podía hacerle algo malo ¿No?

— Solo quiero una cosa de tí.— Habló subiendo el rostro al del menor. — Necesito probar tus labios una sola vez.— Terminó sentenciando con un pequeño beso en la mejilla.

Hyunjin estaba algo confundido por la actitud del pequeño, sabía que algo estaba tramando. Era evidente todo lo que sucedía, Jeongin nunca se ponía nervioso con una conversación tan normal. Movía sus pies con impaciencia, como si estuviera esperando algo, y su mirada estaba totalmente puesta en su móvil.

— Como te decía, mamá quiere que Changbin vuelva con su ex. — Comentó dejando el celular en la mesita de la sala. — Pero él ya está interesado en alguien más. — Tomó un sorbo de aquél té verde que tanto le encantaba.

— Si, me contó algo de su ex. — Afirmó Hwang. — ¿Se podría saber en quién está interesado?

— Es un actor... porno. — Susurró lo último con sus mejillas coloradas. — El nombre del chico es Quokka Baby, supuestamente se iban a ver hoy. — Soltó sin pensar, cosa que lo hizo arrepentirse al instante. Había delatado a su hermano.

El corazón del mayor palpitó con fuerza, mandando señales de humo para que fuera ver a Han. Lamentablemente la mente de Hwang era muy malvada, imaginando que quizás ellos se encontraban en una hermosa cita. Bajó la mirada a sus manos, las cuales se sostenían una a la otra nuevamente.

— Voy al baño un momento.— Soltó Jeongin con su típica sonrisa.

Se levantó del sofá con tranquilidad, y se perdió entre uno de los pasillos de la gran casa. Hyunjin seguía con la mirada perdida, pensando en todo lo que podrían estar haciendo esos dos. Con cada imágen que aparecía en su cabeza, más dolía su pecho, como si miles de dagas se clavaran en él.

La vibración del celular del menor lo sacó de aquél trance, era muy raro que recibiera llamadas, quizás era algo importante. Con duda, tomó el teléfono y contestó.

— Innie, es él.— Se lo escuchaba algo agitado, su respiración era algo pesada al igual que su voz. — Jisung es Quokka Baby.

— Changbin.— Habló ronco. — ¿Qué mierda estás haciendo con Sunggie?

Silencio, solo se escuchaba la respiración errática del mayor. Hwang frunció el ceño sumamente enojado, no podía estar haciéndolo ésto.

— Solo quería afirmar mis sospechas. — Contestó luego de unos interminables minutos. — La idea era que tú me lo digas, pero no parecía tarea fácil.

— Déjalo en paz o yo mismo me encargo de sacarte de esa casa.— Le gritó desde la linea.

Un estruendo se escuchó, era Jeongin. Tenía los ojos bien abiertos, como si hubiera visto un muerto. Los habían descubierto, nada saldría bien después de eso.

Hyunjin tiró en rabia el celular al piso, para luego acercarse al menor con pasos precisos. Lo tomó del cuello de su polera y comenzó a sacudirlo con fuerza.

— Tú lo sabías.— Escupió con furia. — Me tuviste aquí hablando de estupideces para distraerme, idiota.

— L-lo siento.— Sollozó mientras era sacudido. — D-de verdad lo siento.

— Un "lo siento" no cambia las cosas. — Lo soltó bruscamente, haciendo que Jeongin terminara en el suelo.

— E-es mi hermano, no podía no ayudarlo. — Dijo de rodillas con lágrimas en sus ojos.

El castaño tomó todas sus cosas furioso, todavía sin creer que sus amigos le hayan hecho tal cosa, que lo hayan apuñalado por la espalda.

— Sabían lo que sentía por Jisung, mínimo recuérdale eso. — Le gritó. — No quiero verte nunca en mi puta vida, eres una basura de persona.

Y de un portazo se fué, dejando atrás aquella amistad de tantos años, a la primera persona en la cual confío.

El menor no pudo evitar llorar fuerte una vez Hyunjin se fué. Estaba totalmente arrepentido, sabía que eso nunca se le sería perdonado, más conociendo la actitud que tomaba Hwang ante una traición. Todo estaba perdido para el par de hermanos, todo por su insana curiosidad.

Jeongin solo rezaba en voz baja, pidiéndole a todos los santos posibles de que su hermano no haya cometido algo irreparable. Todo estaba en las manos de Changbin, absolutamente todo.

"No la cagues más de lo que ya está, te lo ruego" Dijo el pequeño en su mente.