Capítulo 8

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Noche de películas.

Maya.

-¡Noche de películas!- grita Lana tirándose a mi lado en el sillón -¡Hace tanto no nos juntabamos a hacer esto!

-¡Pero que dices! ¡Si vivimos en la misma casa!

-¡Si, pero nunca estamos juntas! Siempre estás en tu cuarto pintando.

-Y mientras tú estás en tu cuarto con tu novio- digo recalcando la ultima palabra , ella sonríe desprendiendo felicidad.

Lana y Alec son oficialmente una pareja; si, y ahora ya pueden llamarse novios sin que hayan silencios incómodos de por medio.

Aplausos mentales.

¿Y gracias a quién?

A mí.

Más aplausos mentales.

Gracias, gracias.

-¡No es cierto!- me saca el bote de palomitas de la manos.

-¡Si lo es!- vuelvo a sacarle las palomitas pero esta vez las pongo en la pequeña mesita frente a nosotras- Las dejas ahí que si no te las comes todas tú sola.

Ella rueda los ojos antes de volver a hablar.

-¿Que vemos? ¿Una película romántica? ¿Una de acción? ¿De come...?

- ¡Cincuenta sombras!- me corta de un grito que me deja perpleja por un momento.

-¿Qué?- le pido que me repita mientras reviso no haberme quedado sorda.

Por suerte para mi aún tengo mis cinco sentidos.

-Que veamos cincuenta sombras de Grey, ¿Eres sorda?

Por poco.

-Es que no me leí los libros...

-¿Y?

-Yo leo los libros antes de ver las películas- le digo sacudiendo la cabeza con obviedad.

-Veamos la película y luego te lees los libros.

-Pero...

-Sin peros, ¡Hoy haces una excepción!- sin darme tiempo a protestar me arranca el control y prende la pantalla del televisor que segundos después toma color con unas letras rojas en el centro, mientras que el fondo sigue siendo negro.

Mientras yo me levanto a prender el velador a un lado de esta y presionar el interruptor de las luces del techo a un lado de la puerta, siendo esa la única luz que ilumina la sala de manera que no estamos en plena oscuridad.

La película comienza y con Lana empezamos a hablar sobre los actores y las escenas, si, somos ese tipo de personas molestas para muchos, encantadoras para pocos que se pasan hablando toda la película y que muchas veces no entienden las películas por conversar sobre los diálogos.

Ninguna de las dos nos quejamos, sabemos perfectamente como somos y es bueno tener a alguien con quien conversar durante sin que te griten "¡Cállate!" o algo por el estilo.

Esa es una de las razones por las que no vamos muy seguido a los cines, hablamos sin darnos cuenta como algo natural para nosotras y terminamos llevándonos varios gritos de distintas personas, incluso amenazas si es que se las puede llamar así de los mismos trabajadores diciendo que si no hacemos silencio nos sacaran. ¡Eso es censura! O al menos para nosotras lo es. ¡Nos censuran el derecho a hablar!





-¿Te pondría? Porque a mi si- dice sin despegar la mirada de la pantalla mientras se lleva la mano llena de palomitas a la boca.

-No- me encojo de hombros.

Mi Dosis De Inspiración ✓Where stories live. Discover now