Capítulo 17

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Capítulo 17

"Rayos de sol y una revelación"

Palpitaba con dureza mi cabeza.

Todo a mi alrededor daba vueltas, una y otra vez tan obstinado como la luz del sol arañando mi piel.

Paulatinamente fui abriendo los ojos, la luz atravesando las cortinas rociaba de esplendor la camilla en la que estaba, pude notar como mis labios estaban tan secos como mi boca, acerqué la mano a mi rostro, toqué mi frente y un punzante dolor recorrió toda mi cabeza, chisteé y volví a cerrar los ojos, mientras recuperaba lentamente mi respiración traté de ver algo sin mis gafas; pero todo era en vano.

Giré mi cabeza a un costado, y al abrir los ojos me sobresalté al ver una figura negra sentada a mi lado.

-Ali, soy yo, Cristina. -fruncí el ceño al escuchar su voz, rompiendo todo el dulce silencio que había, traté de reacomodarme en la cama, pero me lo impidió. -No hace falta que te esfuerces tanto, acabas de despertar.

Parpadeé varias veces y fruncí el ceño, supe que me entendía.

-Estabas en un coma etílico. -agarró mi mano con firmeza y pude lograr ver su sonrisa. -Mala hierba nunca muere, ¿no? -suelta una pequeña risa y afirmo con la cabeza.

-Cabrona. -siseo en un intento fallido de hablar fuerte y claro.

-Que sepas que no soy la única aquí, Guillermo fue a por café, tuvimos que escondernos en el baño antes de que regresaran las enfermeras la noche anterior, queríamos verte despertar, pero al parecer Guillermo...-y apareció por la puerta.

- ¡Alicia! -se acerca rápidamente a la camilla, dejando los cafés en una mesilla de al lado.- ¿Cómo estás?-se apoya en la barandilla de la camilla y se acerca a mi rostro.

- ¿Tengo un buen chichón no? -pregunto sonriendo débilmente.

-Más grande que una pelota de tenis. -responde Cristina resoplando.

-No veo nada...-murmuré.

-Las gafas, claro. -Guillermo me las pone después de haberlas desplegado. Parpadeo un par de veces, volviendo a acostumbrarme a la luz.

-Buena fiesta, ¿no? -sonrío.

-Pasaron tantas cosas aquella noche...-acaricia mi cabello Cristina. Fruncí el ceño.

- ¿Aquella noche? ¿Cuándo pasó? -confundida, logro sentarme en la camilla.

-Han pasado tres días Alicia. -se muerde el labio, tratando de sonreír.

- ¿Cómo...? -me giro a mirar a Guillermo.

-Te encontré en el baño dentro de la tina, inconsciente.

Niego con la cabeza, apoyo la mano sobre mi frente y regresa un dolor punzante.

-Mejor que no te toques, tienes un morado en la frente. -saca su móvil del bolsillo y lo coloca enfrente de mí.

Se asoma un reflejo espantoso en la pantalla, una chica ojerosa con un moratón en la frente y con unos labios delgados blancos, recorro suavemente mi rostro con los dedos, buscando otro golpe o moratón.

- ¿Qué han dicho los doctores? -pregunté al aire.

-Tomaste demasiado alcohol. -responde Cristina.

-Y te drogaron Alicia. -agrega Guillermo por lo bajo.

Sin palabras, muda, me acuesto sobre la cama y trato de contener las lágrimas en un amargo silencio.

She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora