Capítulo 6

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Capítulo 6

Dulce como caramelo

Habían pasado cuatro semanas, un mes, desde que mis papás habían peleado, no se han visto cara a cara desde aquella tarde, y desde afuera, se veía, como...luchaban contra el tiempo, contra ellos mismos, su arrogancia, contra su orgullo, pero eso no quitaba el hecho de que ladraran entre ellos, desquiciados cada vez que removían la mierda del pasado todas las noches después de unas copas.

Muchas veces me distraía en noches así, a la madrugada, con un buen libro y conversando con Nora, al final siempre terminábamos hablando y dejando a un lado el libro, pero realmente es agradable hablar con ella, es muy inocente, y no ha conocido la maldad, ojalá llegara a ser como ella, tan dulce y guapa como siempre me lo había parecido.

Sonó mi móvil, lo desbloqueé, era Nora.

Nora: Has probado la cerveza??

A lo que respondí:

Alicia: Que va, no soporto el olor.

Nora: Pues la probamos juntas.

Alicia: y cuando? Quedamos este finde?

Nora: Por mi perfecto, el sábado por la noche? :)

Alicia: Iré a dormirme, buenas noches, no te acuestes tan tarde que si no, llegas tarde mañana jajaja

Nora: Un capítulo más y me voy a dormir jajaja

Alicia: Eso es lo que decimos todos y al final terminamos leyendo el epílogo, a las cuatro de la mañana

Nora: Yo soy de las que se queda dormida con el libro en la cara, roncando

Alicia: Jajajajaja, no seas tonta

Nora: Es la verdad!!

Alicia: Seguro que al dormir sigues tan guapa como siempre

Apreté el móvil entre mis manos, no debería haber hecho ese comentario, ahora pensará mal de mí, tomé un sorbo de agua de mi botella del suelo, al ver la pantalla, leí su mensaje:

Nora: Bueno...pero no tanto como tú

Alicia: Siento decepcionarte pero soy de las que duermen con el libro en la cara y roncando.

Nora: Jajajajaja, eso lo tengo que ver

Alicia: El sábado lo verás jajajaja, descansa

Nora: Vale, adiós

Apagué mi móvil y lo dejé en el suelo, junto a la botella de agua, miré al techo, completamente borroso y oscuro, no podía ver nada sin mis gafas negras.

Daba vueltas y más vueltas, enredándome con mis sentimientos, no aguante más y saqué mi arma más potente, mi bolígrafo, me puse en pie y sin demora, inauguré una noche de literatura.

"...y ahora, más que nunca, te anhelo en mi cama fría de tu ausencia, pretendo ser feliz, sin tus manos, recorrer mi piel morena, mis noches, decoradas con penas, mis mañanas pintadas con desasosiego, pretendo no extrañarte, no echar en falta tus labios carmesí, untados de obscenidad, y por eso, no pude dormir aquella noche, por quererte tanto, que me hacía daño."


She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora