Los dos faltantes

Start from the beginning
                                    

- ... - Esas 4 palabras fueron más que suficiente para que toda la "furia" se esfumara - ¿Qué dijiste...?

- ¡Dije que Hiroto hizo los arreglos con Hitomiko-san! ¡Podemos ir al Sun Garden cuando queramos! - Reafirmó con una inmensa sonrisa - ¿Qué pasa? ¿No escuchas? ¿Quieres que vayamos al hospital para que te revisen? Espero no tengas problemas de audición...

- ¡Tonto! - Se quejó llevándose una mano a la frente para ocultar su sonrisa - Escucho perfectamente, pero me costó un poco asimilarlo... Eso quiere decir que ¿Podremos formar nuestra familia?

- ¿Formar? Ichirouta, nosotros ya somos familia, lo que haremos será expandirla - Declaró acercándose al peliazul para abrazarlo, dándose cuenta de que su único ojo visible estaba vidrioso a causa de la emoción - Puedo ver que estás feliz... Yo también lo estoy, esperamos mucho por esto...

- ¡Tenemos que comprar y decorar todo! - Gritó eufórico - Una habitación propia para él o ella, juguetes, ropa, asientos para infantes, libros para enseñarle a leer y escribir, cama, psicólogo infantil si es que viene de una situación traumática... ¡NOS FALTAN TANTAS COSAS! - Dijo corriendo hacia el segundo piso, notando como no era seguido por el castaño - ¡Endou Mamoru! ¿Se puede saber que estás esperando? ¡Apresúrate y arréglate para que vayamos de compras!

- ¿Estás loco? Te recuerdo que tienes descanso médico, entiendo que estés emocionado, pero no te puedo exponer de esa manera.

- Endou... - Musitó apretando los dientes, si había algo que detestaba era ser contradicho cuando la situación era "urgente" - Si no vamos hoy, te doy mi palabra que no vuelvo a prepararte panqueques nunca más.

- Hacía años que no me llamabas por mi apellido... - La mirada desafiante y caprichosa del ojiavellana era intimidante, pero al mismo tiempo tierna, quizá ceder por esta vez no estaría mal... Después de todo si las cosas se complicaban, podían regresar - Vale... Tú ganas, pero exijo panqueques mañana, pasado y toda la semana.

- Trato hecho, ahora apresúrate.

Con tanta emoción, olvidaron que temporalmente no tenían auto, por lo que lo único que les quedaba era ir en moto, sin embargo, por obvias razones no podían traer sus compras ahí, de modo que al final optaron por tomar un taxi hasta el centro comercial más cercano, pues, aunque siempre podían contar con sus amigos, no querían incomodarlos pidiéndoles sus coches, además era una "sorpresa" que les darían.

Lo primero y más importante (en palabras de Endou) - ¿Serán niños o niñas? - Preguntó a la par que se cerraba la cremallera de la chaqueta naranja - Porque serán dos ¿Cierto? Eso fue lo que me dijiste hace muchos años.

- Dos... ¿Estás seguro? - Respondió dudoso Kazemaru, acomodando su cabello en una media coleta, dejando gran parte de la melena suelta - Fubuki y Midorikawa dicen que uno ya es mucho trabajo... Creo que dos podría ser demasiado...

- Sí, pero para eso estamos nosotros ¿No? ¡Imagínate la cena navideña con dos enanos entre nosotros! - Exclamó ilusionado - Anda Ichirouta... Yo quiero dos, así hay más posibilidades de que alguno sea portero, como yo.

- Ay... - La idea de que sean dos realmente era bonita, pero no esperaba que la intención oculta tras esa propuesta era tener un heredero en el campo - Está bien, pero los géneros los decidiremos al llegar al orfanato, quiero que sea una "conexión especial", Fudou dijo que en cuanto vio a Takuto, sintió que era el elegido.

- Me agrada la idea - Aceptó tomando su billetera y documentos, acercándose al peliazul por atrás, tomándolo por la cintura - No tienes ni idea de lo feliz que me hace saber que estás tan emocionado, extrañaba ver a mi Huracán Azul con esa sonrisa...

¿Fácil? ¡No! (Completa)Where stories live. Discover now