Capítulo 15 - Explosión

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—Ellos desconocen tu habilidad, Annie —dijo Zeke—. Seguramente ni el propio Reiner se acuerda de ello. Justo cuando ellos estén a punto de entrar en el bosque, te transformarás en titán y gritarás, tal y como lo hiciste cuando atacamos el muro. Después sal del titán y escapa del lugar junto a Eren. Tú serás quien se encargue de él.

—De acuerdo —respondió ella—. Yo me encargaré de este imbécil.

Eren no mostró ningún sentimiento acerca de cómo planeaban acabar con sus aliados, de alguna manera creía que podrían sobrellevarlo. Sin embargo, todo cambió cuando Zeke nombró al Titán Colosal.

—Eso es solo para asegurarnos de que vamos a vencerlos. Quien acabara con la gran mayoría de ellos serás tú, Bertolt.

No puede ser, no puedes estar planeando esto...

—Dejaremos que ellos se adentren en el bosque —continuó Zeke—, hasta el interior de él, donde hay un claro. En la entrada del bosque hay una ancha travesía que llega hasta el centro, por lo que seguramente la mayoría de soldados irán por él. Cuando estos lleguen al centro, espera a que haya el máximo de gente posible. Entonces, deberás convertirte en el Titán Colosal...

—¡No puedes hacer eso! —gritó Eren—. ¡Vas a matar a todos!

Zeke observó a Eren, y lo ignoró. Annie se molestó por la actitud del chico y le propinó una fuerte patada, logrando hacerlo sangrar.

—Cállate, escoria. Tú no tienes opinión aquí.

—Si ves que se dan cuenta de nuestras intenciones y empiezan a retroceder —dijo Zeke—, no dudes un instante en transformarte. Es de vital importancia acabar con el máximo número de ellos, aunque ya vimos en aquella ciudad que no son muy fuertes, los de la isla.

—Entiendo —respondió Bertolt—. Pero ¿qué pasa si Reiner o el Mandíbula se encuentran muy cerca? Si los matamos, el poder de su titán...

—No te preocupes por eso. En el caso de que se encuentren amenazados por la explosión, no dudarán un instante en convertirse en titanes, por lo que la probabilidad de que mueran es ínfima. Además, nos vendría bien que la explosión les impactara, ya que estarían débiles y no podrían luchar.

—Y después, ¿qué haréis vosotros después de la explosión?

—No te preocupes tanto, Bertolt —dijo Zeke, su voz tranquila—. En el caso de que haya supervivientes, yo estaré junto al Carguero para encargarme de ellos. Regresaremos hoy con todos los poderes titánicos.


Mikasa Ackerman se alzaba encima de una rama, oteando a Annie y Eren. De su cuerpo todavía salía bastante vapor, y todas sus extremidades ya casi se habían recuperado del todo, a excepción de una pierna. En este momento, Bertolt todavía no se había convertido en titán, Mikasa desconocía lo que ocurría en el claro del bosque.

—¡Eren! —gritó ella.

Eren elevó el mentón, desconcertado. Tenía algunos hematomas en el cuerpo y en la cabeza, debido a los fuertes impactos que había recibido por parte de Annie; más heridas que antes. Puesto que su cuerpo estaba al límite, no podía curar las heridas que existían en su cabeza. Eren la reconoció, y se alteró.

—¡Mikasa, debes avisar al resto!

—¿Cómo?

Annie se volteó y se acercó a Eren. Ambos se apoyaban debajo de un árbol, y del cuerpo de Annie también salía un poco de vapor. Annie levantó su pierna y la golpeó contra el torso de Eren, haciéndolo rodar varios metros.

—¡Dije que no pronunciaras ni una palabra!

—¡Maldita, te voy a matar! —gritó Mikasa, saltando de la rama.

Shingeki No Kyojin: Sin la CaidaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ