Capítulo 14 - El bosque de los titanes

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El sol descendía, pero todavía hacía lo posible para no esconderse tras el horizonte. En la isla de Paradis había muchos bosques, pero había unos característicos, diferentes al resto: los famosos Bosques de los Árboles Gigantes. Como su nombre indica, estos son bosques de secuoyas gigantes que rondan entre los 50 y 80 metros de altura, repartidos a lo largo de la isla. El más cercano del Muro María estaba a más de cien kilómetros, y ahí era donde se encontraban Bertolt, Annie y sus compañeros, con Eren secuestrado. En lo alto de un árbol, descansaban cuatro personas encima de una ancha rama. Entre ellos se divisaba a Bertolt y Annie, que tenía a Eren bajo su merced, y a su lado un hombre joven. Su cuerpo era musculoso y tonificado, el cabello rubio enmarañado y una barba notoria. También portaba unas gafas circulares. Todos estaban sentados, pero Bertolt en pie, inquieto.

—No puedo creer que realmente Reiner estuviera dentro de los muros...

La mirada de Annie era asesina, no separaba los ojos de Eren. Del cuerpo del prisionero no paraba de salir vapor, sus extremidades estaban cortadas y se regeneraban, gracias a la habilidad del titán cambiante.

—No te preocupes muchacho —le dijo Annie—. Cuando se regeneren un poco más te las volveré a cortar.

Un titán cambiante siempre se podría convertir en titán cuando estuviese herido, sientiera dolor y tuviera un objetivo claro, pero en el caso de que el cuerpo humano se encontrara al límite, es decir, se estuviera concentrando en regenerar las extremidades o el cuerpo, no se podría convertir en titán. Desde que llegaron casi no habían hablado, Eren todavía no se había pronunciado.

—Jefe de guerra Zeke —dijo Bertolt, dirigiéndose al barbudo—, no pudimos romper el Muro María otra vez, ¿realmente podremos volver así?

El hombre llamado Zeke, que alcanzaba los veinticinco años de edad, se levantó y observó a Bertolt.

—No te preocupes por eso, en pocas días volveremos a derribar el muro.

Zeke se levantó y contempló el cielo. Empezó a recordar lo que ocurrieron los últimos cinco años, desde que la misión de recuperar el Fundador fracasó. Y comenzó su charla.


Hace cinco años, vosotros dos volvisteis a Marley con las manos vacías, aunque al final el único que sufrió las consecuencias fue Reiner. Él al final escapó y acabó en la isla, seguramente junto al Titán Mandíbula. A raíz de eso, tuvimos muchos conflictos tanto a nivel nacional como internacional. Los marleyanos empezaron a menospreciar más a Liberio, ellos habían confiado los titanes a unos críos, de los cuales perdieron dos. Durante un año los guerreros fuimos tratados como basura y traidores, incluso se retiró el título de marleyanos honorarios a los miembros de nuestras familias debido al conflicto. Todo cambió cuando nos tocó luchar en la guerra contra las Fuerzas Aliadas del Medio Oriente. En esa guerra fue donde demostramos nuestro verdadero potencial. Marley empezó perdiendo en la guerra, y fue entonces cuando confió en nosotros para intentar darle un vuelco a la guerra, ganándola así hace escasas semanas gracias al poder de los titanes. Después de esto, los guerreros volvimos a ganar confianza y respeto ante Marley. Ahora que la guerra ya había terminado, Magath se volvió a centrar en nuestra prioridad inicial, la de recuperar el Titán Fundador del rey Fritz.

—Hace cinco años manchasteis todavía más vuestro nombre, pero gracias a vuestra excelente participación en la guerra, habéis logrado que se restaure el título de marleyanos honorarios en vuestras familias. Ahora es el momento en el que debéis recuperar el Titán Fundador, si conseguís eso, todo se habrá acabado. Cambiaremos ligeramente el plan, ahora los cuatro titanes cambiantes que posee el ejército de Marley se embarcarán a la isla de Paradis. La misión consistirá en que Bertolt, el Titán Colosal, rompa la entrada del primer muro y así Annie, el Titán Hembra, colisione contra la puerta interior, haciendo que la población se reduzca al interior del segundo muro. Zeke y Pieck se encargarán de ayudaros por si ocurre algún imprevisto.

Shingeki No Kyojin: Sin la CaidaWhere stories live. Discover now