Jeon Seokjin tiene exactamente cuatro semanas para impedir el compromiso de su hermano menor, condenado a un matrimonio sin amor. La única manera de pararlo es hacer un compromiso mejor, más ventajoso, más lucrativo para la familia Jeon. Es imposibl...
—Hyung es un hombre grande y puede tomar sus propias decisiones.
—Su abuela lo obligó.
—Igual fue una decisión.
—Se van a lastimar.
Hoseok cruza sus brazos.
—Bien.
Namjoon lo mira con los ojos abiertos.
—¿Bien?
—Yoongi-hyung piensa que es un bloque de hielo parlante y caminante sin corazón—. Hoseok sacude su cabeza lentamente en desaprobación. Si se lastima, eso significa que finalmente se abrió a alguien. Amor y dolor, así es la vida—. Sus labios se transforman en una sonrisa triste. —Me gustaría ver a hyung vivir otra vez.
Namjoon sonríe otra vez, sus hoyuelos reaparecen y levanta una mano para picar la nariz de Hoseok.
—Eres un muy buen amigo, bebé.
Hoseok aprieta su nariz.
—Soy el mejor amigo que cualquiera podría tener. Tal vez alguno diría que soy la mejor opción de padrino.
—Bebé, olvídalo.
—Mi discurso es épico, Joon-ah.
Namjoon jala más cerca a Hoseok y sonríe, dándole golpecitos a su hombro para consolarlo.
—Lo sé.
—La próxima vez que Yoongi-hyung se case, yo voy a ser el padrino— Hoseok dice enojado, frunciendo hacia Taehyung del otro lado del salón.
—Usualmente, no es apropiado hablar del siguiente matrimonio en la boda del matrimonio actual.
—Usualmente, no es apropiado que el mejor amigo sea menospreciado en la boda de su mejor amigo, pero aquí estamos.
Namjoon suspira y finalmente dice.
—¿Quieres un trago?
Hoseok le sonríe dulcemente a su novio.
—Algo amargo, como mis sentimientos, por favor.
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No debería ser tan difícil encontrar a una persona, piensa Yoongi, frunciendo alrededor del salón. Da por sentado que tienen quinientos invitados, pero no es como si Seokjin fuera fácil de perder. Alto, ancho y llamativo. Debería ser como una mancha de café en una playera blanca. Al parecer, es el único que lo está buscando, porque Hoseok se acerca a Yoongi casi inmediatamente, tomando su brazo y llevándolo a una casi silenciosa esquina cerca del escenario.
