☽ Capítulo 29 ☾

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Un mes más tarde

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Un mes más tarde

Octubre de 1901


—Tus feromonas apestan a miedo.

—Las tuyas también —gruñe Raegar. Perfila la vista y la orienta hacia el aparente cuartel en busca de guardias o cualquier tipo de movimiento.

A simple vista no hay moros en la costa. Le hace una seña a su Cadena para que avancen algunos metros más, siempre cuidándose de quedar al resguardo de la frondosa vegetación del bosque. La noche y sus vestimentas oscuras les brindan un tanto más de seguridad, aunque esa confianza cae en picada una vez alcanzan el modesto edificio. Se detienen en la parte trasera junto a unas toscas escaleras de hormigón para estabilizar su respiración y oyen. Agudizan sus sentidos, sin percibir peligro alguno.

—Es imposible que esto sea un cuartel —sisea Haridyen—. Es muy pequeño y viejo, parece que se vendrá abajo en cualquier momento.

Raegar lo silencia apoyando su pulgar sobre sus labios. Activa su Segunda Vista y lo único extraño que advierte es una especie de lámina traslúcida recubriendo la estancia.

Toca la pared e intenta penetrar la barrera con su prana, pero es repelido instantáneamente.

—Hay un hechizo cementerio —le dice a Haridyen, quien tiene que rebuscar entre toda la información acumulada en su memoria hasta dar con el concepto.

Hechizo cementerio, un tipo de magia de bloqueo que funciona como muralla. Ningún tipo de magia, espíritu o energía puede atravesarla, ya sea se encuentre por dentro o por fuera del límite impuesto por el hechizo. Si el hechizo es forzado, inmediatamente alertará a su autor.

Fue nombrado "cementerio" porque en estos lúgubres hogares se da una situación similar: solo la muerte es bien recibida.

—Definitivamente no es un cuartel —sisea el pelirrojo.

—Y tampoco podemos entrar. Será mejor que nos larguemos de aquí.

—Hey, ¿te rendirás tan fácil? Ya hemos llegado hasta aquí, tu padre no está, no hay nadie cuidando... es la oportunidad perfecta. Podemos entrar si reprimimos nuestro prana lo suficiente como para que no seamos captados por el hechizo cuando lo atravesemos. Una vez dentro usaremos un hechizo de ocultamiento... ¡y ya!

—Shhh, baja la voz... —masculla Raegar. Haridyen tiene un punto. Si suprimen su energía al cero realmente podrían pasar por "muertos", aunque es bastante arriesgado. Esa técnica es una de las más complejas que han aprendido—. Aún no dominamos la técnica de represión del prana por completo...

—Lo hacemos de puta madre, lo que pasa es que eres un cobarde. Y tanto que te chuleas frente a los demás...

El Arcano le dedica a su compañero una mueca furibunda. Puede ser un chico razonable y precavido, pero sus circunspectas cualidades acaban donde comienza su orgullo alfa.

EXTINCTION【Libro I】|Disponible en físico|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora