- Sí, están en hospital general de Inazuma... Entonces si tiene relación con Kazemaru Ichirouta... - Respondió el policía bastante abatido - Lamento las malas noticias, está todo en orden, puede seguir su camino...

- Gracias por la información... - Dijo mientras recibía nuevamente sus documentos y los guardaba en su billetera, subiendo al auto con una palidez inigualable.

- ¿Qué pasó? - Preguntó el albino al notar el estado de su esposo - ¿Shuuya?

- Haruki, tenemos que ir al hospital - Informó directamente el delantero - Tu padre ha tenido un accidente, al parecer la información está comprobada...

- ¿Eh? - El de cabellos dorados apenas procesaba la información - ¡¿QUÉ?! - Gritó una vez su cerebro entendió que una catástrofe acababa de suceder, pero cubriéndose la boca al ver que los niños comenzaban a despertar - Lo siento...

- No te preocupes - Dijo Fubuki - Shuuya, ve con Haruki al hospital, yo tomaré un taxi con Hyouga para dejarlo con tus padres, luego te alcanzaré...

- Si no les molesta... Yo puedo cuidarlo - Dijo la pelinegra con timidez - No creo que sea buena idea que Kichiro y él estén a estas horas fuera de casa...

El plan consistía en que la esposa de Haruki e Ize se harían responsables de vigilar a Kichiro y Yukimura, mientras que Fubuki, Goenji y Haruki irían hasta el centro médico por noticias, por lo que esperaron a que el taxi que llevaría a la pelinegra y compañía llegara para llevarlos hasta la residencia EnKaze, despidiéndose rápidamente y prometiendo mantener contacto en cualquier caso.

Apenas vieron a sus familias alejarse, ellos tampoco perdieron tiempo, necesitaban comprobar que la información dada por los policías era verídica, además de que el de cabellos dorados se encontraba desesperado por saber sobre la condición de su padre, sin embargo se negaba a llamar al peliazul, afirmando que no era justo darle tan malas noticias el mismo día en que se había casado, solo en caso la situación fuera extrema es que recurriría a contactarlo.

En cuestión de minutos, llegaron hasta el centro de salud donde el padre del goleador de fuego solía trabajar cuando este cursaba la secundaria, cosa que facilitó el acceso al lugar, pues Goenji conocía a la perfección el establecimiento, llegando al área de emergencias sin necesidad de preguntar indicaciones, solamente acercándose a las enfermeras de turno para solicitar información sobre el estado del padre del Kazemaru.

"Se encuentra en la unidad de cuidados intensivos"

Fue la respuesta impactante que recibieron, dejando completamente fríos a los tres adultos, que solo atinaron a correr hacia la sala de espera de UCI, estaban dispuestos a quedarse en aquel lugar para ser los primeros en enterarse sobre los cambios que el señor de cabellos dorados presentara, sin embargo el tiempo parecía ser eterno.

- Haruki-kun, iré por unas bebidas... ¿Quieres que te traiga algo? - Preguntó Fubuki.

- No gracias... Así estoy bien.

- ¿Deberíamos avisarle a Kazemaru? - Dijo en voz baja Goenji apenas el peliplata regresó, mirando como el hermano del ex-velocista caminaba de un lado al otro por toda la habitación.

- No lo sé... Son las 2 de la mañana - Respondió el albino a la par que le extendía un vaso de café a su esposo, sentándose a su lado - Si no está celebrando, debe estar durmiendo...

- Que tragedia... Creo que deberíamos llamar a Hiroto y Kidou, ellos no saben sobre lo ocurrido y puede que quieran venir para mostrar su apoyo, ya los conoces.

La reacción del pelirrojo y del estratega fue prácticamente la misma, ambos dijeron que irían lo antes posible al hospital, solo era cuestión de dejar encargados a sus respectivos hijos con alguien, aunque a esas horas de la madrugada era bastante complicado, por lo que en cuanto supieron que Ize se había ofrecido a cuidar a los niños debido a la emergencia, no dudaron en llevar a sus pequeños hasta la residencia EnKaze, para luego apresurarse en llegar al centro de salud.

¿Fácil? ¡No! (Completa)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz