Capítulo 36: To Begin Again ft. Best Years

1.5K 59 722
                                    

When the world was ending, I'd hold you in my arms, and we talked about places we'd never been. When the world was ending, we'd hold on to the past, 'cause it's all we thought that we would ever see. 

You got a million reasons to hesitate, but darling the future's better than yesterday. I wasted so much time on people that reminded me of you, gave you a million reasons to walk away.

But then the sun came right back, and the birds sang as if nothing had happened.

But I'll build a house out of the mess, and all the broken pieces. I'll make up for all of your tears.

And, it's alright, it's ok, we will get another day to begin again, to begin again, to begin again.

I'll give you the best years, I'll give you the best years. Past love, burned out like a cigarette, I promise, darling, you won't regret the best years.

I don't know how, I don't know why, but I know that I will try to begin again, to begin again, to begin...to live, and love, and breathe again.



Abrir los ojos le costó mucho más que en resacas previas. El colchón bajo su cuerpo se percibían tan mullido que se sintió hundir en él debido a un vago movimiento, su cabeza dolió de sólo suspirar, y a pesar de que no se colaba luz en la habitación, su vista se irritó por los minúsculos atisbos. Sentarse en el borde de la cama fue un lío de mareos y dolor muscular por el que tuvo que detenerse un instante, aprovechándolo para ponerse en contexto. Mientras se masajeaba la frente, breves y distorsionadas imágenes bombardearon en su plano de pensamientos; recordaba haber estado en el suelo, recordaba a Louis abrazándolo, a los chicos instando que lo llevaran a otra habitación para limpiar el suelo de esa, luego estaba vomitando en la taza de un baño, luego bebiendo agua, luego hundido en el cobertor de la cama, llorando a todo pulmón mientras articulaba cosas que ya no podía revivir en memorias, y de ahí todo era borroso, casi invisible, como si nunca hubiera sucedido. 

Miró hacia la ropa que llevaba puesta y la palpó son sigilo, cual seda preciosa y frágil. No era su traje de la noche anterior, de hecho ni siquiera era ropa suya, sino una sudadera amplia de Louis, esa de color verde que compró cuando estuvieron en California tres o cuatro meses atrás. También vestía un pantalón holgado de materia deportiva que a él le quedaba justo a la medida, quizá un poco más chico, pero era apenas notorio tanto en vista como en sensación. En el buró había una botella de agua aledaña a una caja de analgésicos, de la cual no demoró en tragar una pastilla. Al alzar el enfoque, cayó realmente en cuenta de que estaba en la habitación de Louis, despertando en su cama, pero no compartía su lecho. Lo vio acostado en el sillón grande, cubierto a medias con una cobija delgada que no protegía ni la cuarta parte de su cuerpo; su torso estaba desnudo y sólo llevaba el pantalón de pijama. Harry se sobrepuso a la pesadumbre y se puso de pie, avanzando lentamente hasta que estuvo frente a él y se perdió unos segundos en su calmada respiración y ojos cerrados.

Louis parecía haber salido de la regadera hacía poco tiempo, delatándose en sus mejillas arreboladas y cabello semi húmedo. Se había duchado y vuelto a dormir, siempre lo hacía. El ojiverde ladeó la cabeza, con un puño inexistente sosteniéndole el corazón; porque se sentía como si hubiera pasado un siglo desde la última vez lo que lo contempló dormir, y ahora que tenía tan añorada imagen, sólo quería acurrucarse en esos cálidos brazos y permanecer ahí eternamente, se preguntaba a en rasgados gritos internos por qué el chico había optado por no dormir junto a él, incluso si ya sabía la respuesta. Con abundante delicadeza, acomodó la frazada para que lo cubriera hasta el pecho y pasó uno de sus desordenados mechones hacia atrás.

When green and blue collideWhere stories live. Discover now