LIE [ Bryan SKabeche ]

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— Entra, te empaparás - dijo pero la ignoré

— ¿Cómo que no significó nada? - dije con un poco de tristeza en mi voz

— Estábamos ebrios, no fue nada especial - suspiró

— ¿Cómo sabes que no fue especial? - dije, en ese momento comencé a recordar con lujo a detalle esa noche incluso que yo se lo había pedido.

— Ni siquiera lo recordabas, además no se supone que yo te estaba ayudando para que volvieras con Chanel - respondió algo cansada

— Yo.. yo no sé si quiera vol.. - no pude terminar ya que me interrumpió

— Para que te recordaba ese error nuestro, tú y yo no íbamos hacer algo después de ese beso, además ya estoy saliendo con Daniel.. - bajó su cabeza

— ¿Qué? - susurré desconcertado

Sin haber puesto mucha atención comenzó una lluvia imparable haciendo que me empapara.

— Me lo pidió hoy y acepté - susurró

— Pero... pero Daniel es un patán, es un imbécil con complejo de chico popular, él no quiere nada serio contigo - respondí molesto

— BUENO Y ESO QUÉ TE IMPORTA SI ES ASÍ - alzó su voz.— ACASO QUERÍAS QUE SIGUIERA BABEANDO POR TI, SOPORTANDO QUE ESTÁS QUERIENDO RECUPERAR A CHANEL, DIOS BRYAN FUE UN BESO INSIGNIFICANTE NO FUE LA GRAN COSA, ADEMÁS NO IBA A QUEDARME EL RESTO DE MI VIDA DETRÁS DE TI - gritó.— Ya no te quiero cercas de mi - susurró más calmada

Me quedé en silencio observándola sin darme cuenta y sin notarse por la lluvia comencé a derramar unas cuantas lágrimas, mi pecho dolía como el demonio, era un sentimiento que no había experimentado antes.

— Decidiste ocultarme esto si saber como reaccionaría ni cómo actuaría... estás tan enfocada en ti que no te cuestionas como me siento yo.. - dije seriamente, me di la vuelta para retirarme.— Enhorabuena por este nuevo cambio, espero de corazón que tú y Daniel puedan tener una relación estable dentro de poco. - sin nada más que añadir caminé en dirección a mi coche, me subí y me fui del lugar.

La puerta sonó con mucha fuerza, Chanel vino a abrirme con un sartén en mano pues casi eran las 11 de la noche y es entendible, ¿quién podía estar llamando a la puerta de esa manera? abrió la puerta en posición de atacar con el sartén, pero al ver que era yo con mis ojos rojos y completamente empapado bajó la guardia.

— ¿Qué sucedió? - preguntó confundida

Sin responderle, la tomé de la cintura y comencé a besarla apasionadamente, era más que obvio que era lo que quería, ella sin preguntar me jaló para que entrara por completo, sin dejarme de besar cerró la puerta, la cargué y fuimos directamente hacia la habitación.