3.17 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘥𝘪𝘦𝘻 𝘺 𝘴𝘪𝘦𝘵𝘦.

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—Los invitados comenzarán a llegar así que...,—Hizo una pausa y tomó aire.—Báñenlos, aliméntelos y vístanlos adecuadamente, y tráiganme el maldito abrigo de Thomas Shelby.

Alessandro apareció en un segundo y se lo extendió.—Ya lo hice, de nada.—Ella gimió y tomó el abrigo en sus manos, oliéndolo rápidamente.

—No sabes lo mucho que te adoro.

—Me doy una idea.

—¿Algo más, mi señora?.

—Así estamos bien, gracias.—El empleado asintió y se retiró rápidamente.

Los hermanos comenzaron a caminar por unas grandes escaleras hasta un segundo piso, donde entraron a una habitación. Dentro habían recuadros de muro en las paredes, que contenían prendas u objetos que olían fenomenalmente para Antonella. Ella metió el abrigo en un cajón vacío, no sin antes darle una muy fuerte calada y después se aseguró que de quedara Bien sellada la caja.

—Parece una acosadora.

—Bueno, prefiero esto antes que matarlos, por mucho que lo desee.—Tronó la lengua y ambos salieron de la habitación cerrándola con llave.—¿Me veo bien?.

—Te ves hermosa, Anto. ¿Edward no te dijo nada?.

—Me escabullí, he estado muy apresurado con lo de la fiesta, y después de la fiesta tengo que hablar con los Volturi sobre Bella y Jacob.

—Pero si ya lo has hablado conmigo.

—Lo sé, pero no quiero que inicie otra guerra que tenga que luchar y probablemente tengamos que elegir un bando.

—¿Te quedarías conmigo, verdad?.

—Por supuesto que si Alessandro, pero quizá no estemos en el bando que estamos siempre o cualquier otra cosa, no lo sé.—Suspiró y se pasó las manos por el cabello.

—Hey, todo va a estar bien. Verás que la fiesta será genial, nuestras fiestas siempre lo son.

—Tienes razón.



—¿Has visto a Antonella?.—Los ojos de Edward recorrieron toda la habitación infestada de vampiros con ojos color dorado, rojos, dorados con motas rojas o viceversa.—Se ha estado ocultando de mi.

CULLEN | Edward CullenDove le storie prendono vita. Scoprilo ora