GLAMOUR © [Kousuke Hirahara] 𠅤

XXXV

Ya era de noche para cuando Shin-ae regresó a casa.

Dudando en si debería hacerlo o no.

¿Debería preguntarle directamente o no?

¿Se enojaría o no?

¿Tendría que ver con lo que pasó hace ya casi cinco años o no?

¿Tendría que ver con Hideaki Jekai o no?

Pero lo más importante, ¿lo que decía aquel pequeño trozo de papel era cierto o no?

Antes de salir de la casa con los chicos, Shin-ae se dirigió de nuevo al baño por donde había escapado su supuesta hermana mayor. Fue para revisar si no se había robado algo o si había roto la ventana, pero en vez de vidrios rotos, solo encontró un pequeño trozo de papel higiénico en el que estaba escrito algo.

Shin-ae había recogido el trozo, con las manos temblorosas, temiendo lo que pudiera estar escrito ahí. Le dio la vuelta y lo leyó:

"Jae-Kyung Kyo te está mintiendo, aléjate de ella antes de que salgas herida"

Al principio le costó entender ese mensaje, pero luego se consideró mal hermana al dudar de Jae. Por Dios, Jae jamás le ocultaría algo... ¿O si?

Si Jae le había enseñado algo, era que suponer era una de las peores cosas que podía hacer el ser humano, así que siempre era mejor preguntar. Y eso iba a hacer, le preguntaría antes de hacerse ideas locas en la cabeza.

—¿En dónde estabas?—fue lo primero que escuchó al entrar en la casa.

Shin-ae cerró detrás de sí y tragó en seco. Observó a Jae salir del balcón a pasos apresurados.

—Tuve que ir a casa de Maya—respondió—¿Leíste la nota? ¿Por qué no llamaste?

Jae dio un paso atrás, respetando la distancia, sabía perfectamente que por el tono de Shin-ae algo había pasado. El rostro de la ojiazul se volvió serio.

—Se me dañó el celular, te iba a decir cuando regresaras a casa, pero no lo hiciste—se defendió tratando de no sonar a la defensiva, no quería alterar a la castaña—¿Qué hacías en casa de Maya?

Shin-ae desvío la mirada, no le gustaba desconfiar de Jae, no sabía por qué lo estaba haciendo. Tal vez solo debería darle el papel y esperar a que ella dijera algo.

—Anoche entraron a la casa—respondió finalmente y de inmediato sintió que Jae daba un paso al frente, sabía que ya se había alarmado, así que la que retrocedió fue ella.

Jae frunció el ceño mientras bajaba lentamente los brazos con los que tenía la intención de examinar a Shin-ae.

¿Por qué Shin-ae se alejaba de ella de esa manera?

—No te preocupes, estoy bien—dijo rápidamente, estirando sus manos para que ella no se acercara y notó que la ojiazul apretaba la mandíbula—resulta que supuestamente era mi hermana mayor, Shin-hye... No hablamos mucho, porque no confiaba en ella y no lo hago ahora—aclaró y Jae ladeó la cabeza—pero ese no es a lo que vengo a hablar. Es sobre otro tema.

—¿Qué tema?—preguntó Jae casi al instante, sorprendiendo a Shin-ae por su tono tan serio.

Conocía bien a Jae, por lo tanto sabía perfectamente que cuando ella estaba muy seria, es que estaba completamente preocupada.