32. Cementerio.

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Narra Narradora

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Narra Narradora

Dos amigos se encontraban caminando en el cementerio, eran las cinco de la tarde y el aire se sentía ligero.

Joe a pesar de haber investigado un poco sobre Sydney y lo mucho que sabe gracias a Tía Magi, no tenía idea de que su madre había muerto de cancer. No podía imaginar lo que debieron sufrir ella y su familia ante tal noticia tan mortal.

—¿Segura que están bien? Tal vez estén atrapados en el tráfico. —Joe en su mano tenía un enorme ramo de girasoles, lo cual la ojiverde asintió.

—Mi padre debe estar por aquí, o tal vez ya está allá.. Si quieres, te puedes quedar aquí si te sientes incómodo.

Joe solo sonrió, poniendo su mano al lado de Sydney y entrelazar sus brazos.

—Para eso están los mejores amigos, ¿No? —La pelirroja asintió, no hubiera tenido mejor respuesta que esa.

Siguieron caminando en silencio, viendo el montón de lápidas que había a su alrededor hasta que vieron a unos pasos como estaba Mark al lado de Lizzy.

—Papá.. —Sydney se separó de Joe casi que corriendo hacia su padre, abrazándolo y siendo seguida por Lizzy.

—Mis niñas.. —Apenas estaban a unos metros de donde descansa en paz Anne y Mark sentía que en cualquier momento lloraría—. ¿Quien es el?

—Papá, él es Joe Goldberg. Mi mejor amigo y.. —Joe se acercó a ellos tímido, a un con las flores en sus manos.

—Hola señor Harper, es un gusto por fin conocerlo, es una pena que sea en estas circunstancias... —Mark asintió, era entendible que fuera un poco incómodo.

Ya que después de todo, estaban en un cementerio.

Nadie decía nada, solo caminaban hasta que llegaron a la lapidad. Estaba vacía.

Sin flores.

—Lamentó no haber venido desde hace tiempo, madre.. —La familia Harper miraba con tristeza la lápida.

Al igual que Joe, él estaba un poco alejado mirando todo. A él también le gustaría ver a su madre pero por desgracia o no, no sabía su paradero. Si estaba viva o si estaba enterrada en algún lugar. Pero de cierta manera por la forma que terminaron, no sabía si era bueno o malo.

Después de todo lo que hizo, sus lazos terminaron por completo.

Mark miraba como sus hijas le hablaban a su esposa, diciéndole lo mucho que la extrañan y cuanto la aman, iba a decir unas pequeñas palabras cuando sintió como su celular vibraba.

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍 | Joe Goldberg Where stories live. Discover now