36. Tía Magi al rescate.

1.5K 176 26
                                    

Narra Narradora

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Narra Narradora

A la mañana siguiente todo pareció normal, Beck se levantó cansada y con dolor de cabeza. Pero de algo estaba segura.

Es que no iría a Paris.

—¡Oh! Madrugaste. —Sonrió Peach acercándose a su amiga—. ¿Por qué tan arreglada?

—Regresó a mi hogar.

—¡Wow! Irás arreglando tus maletas para poder ir a París. Pero aún faltan unos días.

—No iré a París.

—¿Que? —Peach casi dejó caer su café, acercándose a la cocina y ver a su amiga—. Solo te pedí un poco de fe.

—Tu quieres que deje mi maestría, mi trabajo, mi pareja.

—Oh dios, apenas lo conoces hace dos segundos. —Pausó—. El no haría ni la mitad de lo que yo he hecho por ti.

—Peach, lo qué pasó ayer en la noche.. —La contrario se enfureció, empezando una pelea—. Yo conozco a tu familia y se que son muy conservadores.

—Oh no Beck, no metas tus problemas con los míos.

—¿Que? No, te entiendo.. Pero yo no siento lo mismo y.

—¿Ah, si? ¿Y el beso que le robaste a Sydney que significó? No te hagas la Santa, quieres ponerme cosas que no soy.

—¡Estoy diciendo! Que no soy la única que lo ve, Joe y Sydney me lo habían comentado ya.

—¡Y les crees! Conoces a Joe poco tiempo y a Sydney.. ¿En serio? ¿Ellos morirían por ti? ¡Por supuesto que no! —Gritó—. ¡Si, tus daddy issues son muy fuertes! Pero.. Carajo.

—No estoy peleando, Peach. Desde el momento uno te cayó mal Joe.. Y Sydney.

—Eres una maldita hipócrita, vienes a mi. Me pides que haga una fiesta para humillarla y ahora.. ¿Son amigas de toda la vida? ¿Sabes que, Guinevere? Púdrete.

—Mi taxi ya está por venir.

—¡Si! Huye de los problemas, pero en el fondo sabes que eres una cobarde, y que te gustaría ser como ella. Por Dios, ¡te mueres por ser ella y en la forma que Joe la mira a ella! Así que no vengas a mi cuando te enteres que ya se la cogió.

—¡Busca ayuda!

—¿En serio te vas a ir? ¡Tengo un maldito acosador!

—Te deje un número de una agencia, ellos podrán ayudarte. —Sonrió con ironía y salió de la mansión.

Joe que miraba todo sonrió a más no poder, todo lo que había escuchado era escuchar ángeles en sus oídos.

Lo único que necesitaba era conseguir el arma de Peach.

¿Cariño? —Joe volteó a ver, encontrándose con Sydney.

—¿Sydney? Que.. ¿No te habías ido?

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍 | Joe Goldberg Where stories live. Discover now