34. El plan de Peach.

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Narra Narradora

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Narra Narradora

Peach miraba determinadamente su celular, específicamente estaba metida en Instagram. Viendo la noticia de una nueva tienda en un centro comercial.

—¿Que pasó cariño? Te noto tensa. —La morena vio preocupada a la rubia, está venía con la mirada enojada.

—La estupida de Sydney, ella dijo tonterías y que.. —Silencio—. Solo, se mete en cosas que no debería.

—¿En serio? Cariño, te dije que no deberías preocuparte por ella. Bueno..

—¿Bueno?

—Hay personas que a pesar de tenerlo todo, se sienten vacías. Queriendo destruir la vida de los demás para que estén igual que ellos, tal vez ese sea su caso. Pero quien sabe, no somos nadie para juzgarla. —Sonrió, volviendo a su celular.

Beck se quedó callada, cruzándose de brazos y viendo por la ventana las calles de Nueva York. Realmente las palabras de su mejor había habían entrado en su cabeza de una manera muy profunda.

—Cariño, no dije que ese fuera el caso de Harper.

Peach estaba orgullosa, su plan estaba funcionando como lo había planeado. Alejar a toda costa a Beck de su mundo, y siendo sincera. Sydney cualquier cosa que hubiera dicho, contribuyó a su plan.

—Lo se, solo.. Fue una tontería, no debería ponerme de esa forma. Lo único importante aquí es que te mejores. —Quiso sonreír, poniendo su mano en la de la morena.

—Gracias querida. —Le dio un pequeño beso en la mejilla, separándose y viendo de nuevo a su celular.

Ahora más que nunca tendría que aprovechar todas las oportunidades posibles, y si eso significaba arruinar el noviazgo con su amiga por una celebridad, lo haría.

'Gracias, Sydney.' Siguió bajando la página, hoy sería la inauguración de la nueva tienda de Sydney y ahí estaría su familia.

Aprovecharía todas las oportunidades que tenía en la palma de su mano, y siendo sinceros. Todos tienen necesidad. Como lo es Sydney con Joe y no lo dejaría pasar.

Era su momento.

Después de un buen rato, por fin habían llegado a Greenwich, el adorado y embrujado lugar de la familia Salinger.

—¿Que te parece de ir al centro comercial? Hay uno aquí cerca, me gustaría ir contigo.

—¿Que? ¿Desde cuando vas a centros comerciales?

—Si, yo se que lo qué pasó fue hace mucho, pero quiero darle otra oportunidad.

—Mmmm.. —Beck dudo pero rápidamente asintió.

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍 | Joe Goldberg Where stories live. Discover now