¿Fácil? ¡No! (Completa)

Gripe

- Genial, resulta que no es uno, si no dos empollones - Pensó desde su pupitre en la esquina del salón.

Vagamente recordaba haber visto a esos chicos en algún lado, pero no lo pensó mucho, después de todo había conseguido una beca casi integral en la mejor preparatoria de la ciudad, tenía que concentrarse en sus estudios y el equipo de fútbol, solo faltaban dos días antes de que las inscripciones para la prueba de ingreso se abrieran, por lo que tras acabar con sus deberes tendría que entrenar para ganarse un puesto de titular.

Cuando los vio ingresar al campo de fútbol con los chalecos deportivos casi se cayó de espaldas, encima de tener que soportarlos en su clase, tendría que competir contra ellos por ver quienes se hacían de un lugar en el equipo.

Fue entonces que lo recordó todo - Son del Raimon... Malditos... - Se dijo mentalmente, recordando que solo unos meses atrás el equipo del uniforme amarillo les arrebató la victoria del campeonato nacional, con un gran gol del peliazul y maravillosas jugadas del chico con la coleta de rastas, por lo que decidió acercarse a ellos y encararlos - ¿Cómo es que gente del Raimon viene a este instituto?

- ¡Hola! - Exclamó el ojiavellana sonriente - ¿Fudou Akio, cierto? ¡Llevas clases con nosotros! Me llamo Kazemaru Ichirouta, es un placer conocerte - Ofreciéndole un apretón de manos, que por supuesto fue rechazado.

- No seas grosero - Reclamó el estratega al ver el desplante que le hacían a su amigo - ¿No sabes saludar acaso?

- ¡Cálmate Kidou! - Pidió el ex-velocista, sosteniéndolo por los hombros al notar que ambos comenzaban a acercarse de manera provocativa - No pasa nada, creo que mejor nos vamos...

- No han respondido a mi pregunta malditos - Dijo chasqueando la lengua - Pensé que la gente de secundarias del estado iban a preparatorias del estado.

- ¿Cómo sabes que somos egresados de Raimon? - Preguntó calmado el peliazul.

- Siguen sin responder a mi pregunta ¿Acaso tienen tan poca compresión verbal?

- Él es becado - Afirmó el estratega, señalando al de largos cabellos - Yo pago mi mensualidad ¿Tienes algún problema? ¿Es asunto tuyo? ¿No, cierto? Entonces nos vamos - Finalizó caminando para alejarse del castaño de ojos verdes.

- Fue un placer Fudou - Comentó el ojiavellana para luego ir tras su amigo.

De buenas a primeras, el par de jugadores no le agradaron en lo más mínimo, especialmente el de la coleta, recordaba perfectamente que por culpa suya no pudo pasar por la defensa y como cereza del pastel, había sido el que marcó gol en el último minuto del partido, dándole la victoria al Raimon, por lo que su venganza sería llevada a cabo durante las pruebas de selección.

Los candidatos fueron repartidos en dos equipos, para su suerte, no compartía grupo con el par de "engreídos", por lo que a la primera oportunidad, se barrió desde atrás, arrasando al peliazul, haciéndolo caer de manera brusca - ¿Qué pasó? ¿No lo viste venir? - Dijo burlándose, notando como este se levantaba de inmediato y le sonreía, yéndose de regreso a su posición - ... - No lo entendía ¿Cómo puede seguir corriendo tras una entrada como esa? - Tendré que ser más rudo... - Susurró para sí mismo.

- ¡¿Qué demonios te pasa?! - Gritó el de las rastas, encarándolo furioso - ¡Fuiste directo a su pierna! ¡¿Acaso quieres lesionarlo?! 

- ¡Eso no es asunto tuyo! ¡Mejor cuídate porque eres el siguiente! - Pero no pudo decir más porque el silbato del entrenador le puso fin a su pequeña discusión.

En definitiva los odiaba, le irritaba la amabilidad del chico de la coleta y le enfurecía la impertinencia del castaño, no toleraría que nadie le hablara de esa manera, por lo que durante toda la prueba de selección, se midió directamente contra este para demostrarle mediante el fútbol quien era el mejor, sin embargo no esperaba que este fuera tan buen jugador, es decir, sabía que era alguien brillante, pero en su mente, el recuerdo del partido de la secundaria era tan amargo que inconscientemente se había hecho una idea pésima de los miembros del equipo de Raimon.