Behind the scene 365DNI

Rompiendo Las Reglas Del Juego

No tardo nada en ser estampada contra la primer pared que consigue y su boca está en la mía de manera hambrienta, sin rodeos. Jadeo ante el golpe, mis piernas enredandose inmediatamente al rededor de sus caderas mientras mi lengua sale en busca de la suya. La sangre líquida quemandome las venas cuando su boca se mueve por mi cuello, mordiendo justo donde mi pulso se acelera pero sin detenerse demasiado, siguiendo hacia el sur. Ahogo un gemido cuando cae a mis pies, mis ojos revoloteando abiertos hacia la puerta del pequeño baño. Estamos siendo descuidados pero en este momento solo puedo pensar en sus ojos calientes que me miran como si fuera el festín más delicioso que exista. Me ahogo al sentir sus labios justo donde lo necesitaba hacia diez minutos. Dejó caer la cabeza contra la madera, mientras me muerdo el labio para reprimir el gemido que pugna por abandonar mi ser. Sus labios son delicados, encendiendome más aún, saboreandome como un helado delicioso.

-¡Micky!- me retuerzo, queriendo que no sea delicado y él parece entenderlo con el movimiento de mis caderas y en un segundo mis muslos están en sus hombros. Jadeo ante la sorpresa. Una de mis manos viaja directamente a su cabello y la otra a sus fuertes brazos cuando me estampa contra la pared y se alza, mirándome con una sonrisa traviesa.

-He querido hacer esto durante todo el rodaje- dice. Mis ojos yéndose detrás de mi cabeza cuando su aliento se arremolina allí. Su lengua se asoma lentamente y es la imagen más erotica que he visto en mi vida. No aparto los ojos de él, sintiéndome capaz de tener un orgasmo sólo por verlo así, enterrado entre mis muslos y entonces lo hace. Comienza con lametones parsimonicos, chupando mi carne ardiente y empujando tan profundamente su lengua como puede entrar dentro gracias al ángulo.

-Ah! ¡O Boże! (¡Oh Dios!)- gimo. Anclandome a la pared y a su Cabello. La sensación es algo inexplicable que me enciende el deseo y la codicia por más de ello, porque su lengua se pierda en mi, porque no detenga esa penetracion tan íntima y deliciosa. No puedo contener los espasmos de placer por cada embestida y me retuerzo cuando lo siento detenerse. Estoy gimiendo, mis pulmones queman por la respiración superficial. Parpadeo, tragando para calmar un poco mi garganta seca y lo veo sonreír.

-Amma, te escucharán todos si sigues así.- pero no dura demasiado su reprimenda y vuelve a su trabajo haciéndome gemir en voz alta. Me muerdo la palma de la mano para amortiguar los sonidos demasiado eroticos e incontrolables por su experta lengua. ¡Maldito Dios del sexo!

Su barba me raspa como lija entre los mulsos creando una sobreexitacion en mis sentidos, ardor por su barba incipiente, calor por cada lameton de seda, los sonidos húmedos en la habitación, la visión de su lengua que sale y entra, el aroma a sexo, sudor y sal marina me hace estremecer y volar. Gimo, mi rostro rojo de extasis y vergüenza por reprimir los sonidos que quieren abandonar mi cuerpo. Puedo escuchar las risas afuera, los chapuzones y las olas chocar en el casco del barco pero a la vez tengo los sentidos y los pensamientos embargados de erotismo y no puedo evitar tener ganas de más.

-¡Micky, oh!- gimo extasiada. Estoy a su merced y siento como el orgasmo comienza a subir por cuerpo, derritiendome, quemandome y finalmente explota. Pierdo la visión por un segundo, mientras mi cuerpo se retuerce con espasmos alucinantes y cavalgo las pulsaciones remanentes. Cuando la conciencia regresa mi cuerpo es gelatina contra el suyo, arrastrandome por él hasta que mis piernas lo rodean. Me besa, con reverencia, calma y adoración mientras su masculinidad se resbala en mis pliegues. Suspiro en su boca al sentirlo. Esta despierto, completamente alerta y palpitante cuando mi centro lo envuelve con facilidad y el gime en mi boca, comenzando a empujar. No es un encuentro lento, dulce ni mucho menos romántico. Estamos hambrientos el uno del otro, toda la falsa actividad actuando como un encendedor de nuestro proprio y verdadero deseo por el otro y estoy perdida. Perdida en sus embestidas salvajes, en sus labios que me muerden la piel del cuello mientras trato de escalar en él en busca de más fricción, queriendo construirme nuevamente.

-Amma...- susurra en mi oído cuando mis manos encuentran sus nalgas firmes, apretandolas y empujandolo más cerca. Su aliento saliendo en pequeños jadeos entrecortado que me hacen saber esta demasiado cerca del borde y quiero alcanzarlo, quiero volver a sentir mi cuerpo lleno de electricidad y fuegos artificiales así que como puedo dejo vagar mi mano por entre nuestros cuerpos, atormentando mi botón de placer para alcanzarlo mientras me amoldo a sus embestidas. -Amma... Voy a. ..

-Por favor...- le ruego para que no se detenga. Gimiendo entrecortadamente, mientras presiono la frente contra su hombro. No tardo mucho en sucumbir a él una vez más y mientras sus embestidas siguen siendo fuertes, convirtiéndome en basura en sus brazos, su cuerpo se tensa dentro de mí, inundandome con su esencia y me siento en la cima del mundo. Me derrumbo hacia adelante, agotada. Sonriendo, sus dedos recorren mi cabello. Me besa, dandome un ligero mordisco en el labio inferior, metiéndolo en su boca para luego calmarlo con su lengua y suspiro.

-Hemos roto la primer regla del juego.- mi voz está volviendo, me estremezco cuando sus dedos aún me aprietan los muslos para mantenerme cerca. Él me mira confundido.

-¿Cuál es?

-La dama siempre tiene prioridad para comer antes de cualquier otra ficha.- le sonrío con picardia, mirándolo intensamente. Él se encoge de hombros ante la comprensión, dándome otro ligero beso en los labios.

-Nunca dije que supiera jugar a las damas.- me guiña un ojo, acariciando su nariz con la mía -Pero podemos respetar esa regla más tarde.- esa promesa manda un escalofrío por mi columna. Me deja en mis pies, sosteniendome cerca porque siento las piernas como gelatina líquida.

-¿Dónde están mis estrellas?- escuchamos la voz de Tomasz desde fuera. Ambos espiamos hacia la puerta. Lo empujo hacia afuera, necesitando un minuto de privacidad para limpiar el desastre de nuestra travesura. Nunca me había dado tanto placer un partido de damas.

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Corto pero intenso 😉 sólo porque no podía dejarlas sin capítulo por demasiado tiempo ya que estoy de vacaciones y me perderé almenos un par de semanas 😍 así que les mando abrazos desde este mágico lugar y espero disfruten el capitulo. Un beso!

💕VALENTINA LULLABY 💕