𝘿𝙧𝙚𝙖𝙢! 𝙎𝙖𝙣𝙨 ⫷𝑷𝒓𝒐𝒕𝒆𝒄𝒕 𝒚𝒐𝒖⫸

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El día en el que la conoció no fue el más bello, ni tampoco el más especial, pero sin lugar a dudas marcó un antes y un después en la historia del guardián de los sentimientos positivos.

Los días estaban cargados de monotonía para los gemelos a los pies del árbol, uno ayudando constantemente a las personas del pueblo en lo que necesitaran para así mantener los buenos sentimientos a flote y el otro leyendo los libros que le arrojaban por diversión, deprimiéndose cada vez más al notar que probablemente nunca cambiarían.

Pero eso es para otra historia.

El menor de los gemelos era un rayo de luz, un pequeño sol del agrado de todos que siempre se prestaba para cualquier actividad divertida que la gente pudiera pedirle al mismo tiempo que cumplía con su labor de guardián de los sentimientos positivos, viendo todo el tiempo lo brillantes y hermosas que eran las manzanas de su lado del árbol.

Fue, de hecho, durante uno de esos días observando las manzanas cuando la vió por primera vez.

Sucedió de lo más extraño, pues no la vió ni en el pueblo al que solía ir bastante seguido y tampoco en el bosque cercano que también acostumbrabas visitar, sino que la divisó en por primera vez en el mismo manzano mágico.

En realidad, en aquel momento no sabía que era ella, pues lo único que el podía ver era una pequeña flor dorada creciendo en su lado del árbol. Fue impresionante para todos el saber que su madre podía dar algo más que frutos por lo que vigiló muy bien aquel brote, asegurándose de que la pequeña flor se mantuviera cálida y brillante todo el tiempo que tardara en abrir sus pétalos.

¡Era algo nuevo! Jamás visto, tan raro que hasta su hermano se desconcertó, pues como ya había dicho antes su madre nunca dió una flor en algún otro momento. Se mantuvo noches enteras en vigilia evitando que el frío se colara hacia donde ella estaba creciendo a paso tranquilo y pasó días observando su progreso, rechazando incluso las actividades más entretenidas con tal de mantenerla a salvo.

Esperó y esperó, buscó en todos los libros de su hermano para ver si había algún tipo de información en ellos, pero no sirvió de nada. Pasaron así cuatro semanas en la cuáles la flor solo se abrió un poco, preparándose delicadamente para deslumbrar mientras irritaba a los en que esperaban ansiosos ser espectadores de su belleza.

Hasta que un día, mientras ambos guardianes dormían, ocurrió.

Un brillo intenso despertó al menor de los dos, que bastante confundido abrió los ojos y miró hacia donde provenía la luz.

La flor, la flor ya no estaba.

En completo pánico despertó a su hermano mayor contándole lo que sucedía, él se puso de pié y ambos recorrieron los alrededores del árbol mientras buscaban un vestigio dorado en el suelo, e incluso así, no lograron hallar aquella misteriosa planta.

El más pequeño estaba tan frustrado que quería llorar, Tanto tiempo cuidando de ella, vigilando su crecimiento y desarrollo, velando por su seguridad durante la noche, ¿para que una brisa la matara así sin más? ¡Era ridículo! ¡Impensable! ¡Imposible! Las lágrimas se deslizaban y no podía detenerlas, abrazó a su hermano mayor buscando consuelo mientras el acariciaba cuidadosamente su espalda.

--¡H-hey! Dream, no llores, todo está bien, seguramente no era nada impresionante, solamente una flor de manzano..-- y ahí fue...

Cuando la criatura que los observaba decidió hablar.

--¿Que es una flor de manzano?--

Se pusieron alertas, en su labor como guardianes estaba el siempre mantenerse atentos para defender a su madre de cualquier peligro existente, pero al notar de dónde provenía aquella voz tan suave y pequeña no hicieron más que notar se extrañados.

¡Holy Bone! (One-Shorts Sans x Lectora)Where stories live. Discover now