6. Base de operaciones

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Andrew desayunó conmigo al día siguiente. Cristina ya estaba en la escuela y Natalia tenía prisa para llegar a la universidad, por lo que tuvimos tiempo para hablar a solas.

—No quiero hacer equipo con Anthony —me quejé por segunda vez en la mañana.

Andrew me miró con aburrimiento.

—Lo sé.

Extendí mis manos, a espera que hiciera o dijera algo más, pero no lo hizo.

—Lo sabes, ¿no harás nada al respecto? —Él negó la cabeza como respuesta. —¿En serio? ¿De qué lado estás, Andrew?

Se encogió de hombros. Mordió su manzana y se tomó el tiempo para responder.

—No estoy de ningún lado, Cam —explicó tranquilamente. Yo crucé mis brazos. —Entiende que ya no soy "Andrew, tu primo", ahora soy "Andrew, tu entrenador y jefe". Por supuesto, siempre tendrás mi apoyo, pero ustedes no son mi equipo, esa es la Sinfonía. Sus problemas deben resolverlos ustedes. —Hizo una pausa. —Compitieron cerca de quinientos chicos, si Anthony quedó en la decisión final, fue por algo, ¿no crees?

Le di un trago de mala gana a mi jugo.

—¿Estás diciendo que Anthony no es tan idiota como parece?

Él se apresuró a negar.

—Oh, no, claro que no. Anthony es incluso más idiota de lo que parece —afirmó sin vergüenza alguna—. Lo que digo es que tú tampoco eres una santa, Camila. Eres orgullosa, necia y te gusta hacerle la vida imposible a quien sea que no esté de acuerdo contigo. ¿Crees que no te vi cruzando los dedos cuando prometiste paz con Anthony? Fui parte del Equipo Élite, ¿recuerdas? Veo todo. —Di otro trago a mi jugo, desviando la mirada para fingir inocencia. —Aun así, tú también estás en el equipo. Ambos tienen habilidades sobresalientes. Tú, Anthony, Brandon, Michael, Frederick, Eagle...

Fruncí el ceño.

—¿Eagle? ¿Es algún tipo de nombre clave para Ryan?

Andrew terminó su manzana y me apresuró a terminar mi desayuno.

—¿Ryan? Él ni siquiera debería estar en el equipo. —Rodó los ojos con frustración. —¿Sabes cuántos días en la AAD ha tenido? —Negué con la cabeza. —Dos. ¡Dos! Él ha entrenado por dos días mientras tú has entrenado por dos años. ¿Qué tan justo te parece eso?

Me encogí de hombros, terminando de masticar un pan tostado.

—Depende de tu definición de justicia, primo. Yo ya había entrenado un año antes de entrar a la Academia, quizás también sea su caso. Después de todo, su hermana mayor es Kira Foster. Algo debió haberle enseñado, ¿no? Así como tú me enseñaste a mí.

Andrew frunció los labios, indispuesto a darme la razón.

—Lo defiendes porque te gusta.

Dejé mis platos en el lavadero y sacudí las migajas en mi blusa.

—Generalmente sí, pero ahora estoy furiosa con él por haberme dejado en ridículo con Anthony, así que balancea las cosas. Mi opinión es completamente neutral. —Dudé. —Creo.

—Por cierto, ¿por qué negó haberte conocido? —inquirió con curiosidad. Le lancé una mirada envenenada. —Oh, entonces tampoco sabes. Creí que lo tenían planeado, no sé. —Rechiné mis dientes. —Ya no hablo de eso, Dios. ¿Ves cómo eres? —acusó rápidamente. —Te enojas con facilidad, añade eso a la lista.

Anormal | 1Where stories live. Discover now