Capitulo 18: Todo era mentira!

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Narra Jacob

No puedo creer que me haya dicho eso, no puedo creer que yo le he dicho eso. Todo es mentira. Lose, espero.

Yo no me acerqué a ella para follarmela, simplemente aquel día algo me llamó la atención de ella, cuando vi que no se moria por mí me encantó todavia más. 

Ella es diferente, ella es tan simple. Ella es tal dulce, tan divertida... Y se lleva genial con Sky, se adoran mutuamente. Sky nunca antes había jugado, reido y querido ver a alguien excepto a mi, hasta que llegó ella. Las veia juntas y me imaginaba con Mad formando una familia, si idiota lose. Pero no podia evitarlo.

Su sonrisa me mataba y su ceño fruncido cuando se enfadaba me parecía tan dulce. Parezco una maricona llorona, aunque no este llorando.

Me dirijo al gimnasio, tengo que descargar mi rabia y tristeza. Sea como sea. Entro sin decir ni un misero hola y me dirijo directamente al saco de boxeo. Nadie me dice nada, saben que me pasa algo y que es mejor dejarme.
Un puñetazo tras otro se instala en el saco, en ese saco que no tiene culpa alguna pero que, en cambio, esta allí soportando mi mal humor y mis golpes.

No quiero perderla y me siento culpable por no poder hacer nada, me siendo inútil y débil, frágil. Pero ella quiere eso, ella quiere alejarse y no se que hacer. Lucho o no? Si lucho talvez le hagan algo, talvez sufra por mi culpa pero si no lucho me destruiré poco a poco.

Otro golpe tras otro.
Dolor tras dolor.

No puedo perderla, pero seria tan egoista si la mantengo a mi lado poniendola en peligro. Hay gente que me quiere destruir, gente que quiero pillar mi debilidad para hacerme daño. Y mis dos únicas debilidades son Sky y Mad, y me da tanta rabia. Me da rabia no poder cuidarlas como se debe, no poder saber que están seguras. Porque como pierda alguna mi vida se va a la mierda. Ellas dos son mi razón de vivir.

La rabia me consume y pego con mas fuerza al saco. La rabia no desaparece, me alejo cabreado y dirijo a uno que estaba entrenando.

- Te parece una pelea? - tenia que desfogarme. El chico era alto y musculoso, aunque muy feo.

- No. - sigue con a su rollo y pasa de mi.

- Que pasa, eres un gallina? - me mira mal con el ceño fruncido.

- No soy ningún gallina. - su voz era grave y tenia la sensación que le había tocado la fibra débil. Esto iba a ser bueno.

- Pues demuestralo. - me dirijo al ring, el me sigue y sube.

- Va empecemos. - empezamos a movernos en una especie de círculo, esperando que alguno de los dos diese el primer paso.
El lo da. Un puño se dirije a mi lado izquierdo de la cara, lo esquivo ágilmente y le doy un derechazo en la cara.
Le empiezo a pegar uno tras otro, puñetazo tras puñetazo, el se queja. En un movimiento rápido me esquiva y empieza a darme, uno tras otro. Daba fuerte,  y mucho. Aún que me estuviese pegando me sentía merecedor de esto, de que me pegue. Finalmente pude derrotarle. Le dirigi la mano y el la agarro, le ayude a levantarse.

- Buenos puños- digo, me sentía bastante mejor.

- Si bueno, deu. - se va.

Miro la hora y Sky estaría apunto de despertar. Después de ducharme de dirijo al hospital.

*       *      *

- Pequeña!- grito alegre a Sky, esta me sonríe y me abraza. Luego mira detrás mío esperandose a alguien. Me mira con el ceño fruncido. Buscaba a Mad.

- Hoy no podía venir, tenia que hacer unos trabajos para la universidad. - le digo lo primero que se me ocurre. Ella asiente algo triste.

Después de unas horas jugando con ella pican a la puerta.

- Adelante! - la manilla se mueve un poco y para de golpe. Por un momento parece que no haya nadie detrás. La puerta se abre y me deja ver a mi dulce princesa.

- Hola- dice tímidamente, Sky abre los brazos para que Mad le abrace ella lo hace. Las miro. Las amo.

Nos pusimos a jugar los tres, Mad intentaba ni siquiera mirarme. Y yo intentaba no decirle que la ama allí mismo.

Nos despedimos a las 10 de la noche, una vez que Sky se había dormido. Salimos de ese hospital en un silencio algo incómodo.

- Oye yo...- me interrumpe.

- Tu nada, no me hables  no quiero que me hables. - se me encoge el corazón.

- Porque estas así?

- A ti eso te daigual, buscate una y te la follas como querías hacer conmigo. - me maldigo mentalmente por haberle dicho eso anteriormente.

- Escuchame...

- No quiero escucharte! - ella y su puta manía de no dejarme hablar.

- Joder Madeline! - grito. Me mira mal y sigue su camino. - Todo era mentira! Me encantas! - para de golpe y me quedo mirando su espalda.- Lo dije porque me estaba cabreando, porque si tu me hacias daño con tus palabras tu tenias que sufrir con las mias, y se que soy un capullo y un egoista pero te quiero princesa. - se gira poco a poco. Tiene lágrimas en los ojos.

- No lo entiendes, lo mío era mentira. Todo lo era. No quiero enamorarme de ti Jacob, no quiero caer rendida a tus pies y que me uses. No quiero enamorarme de ti para que te canses de mi. No quiero enamorarme. - lágrimas bajaban arras de sus mejillas. Me acerco-  no puedo Jacob, no quiero permitirme el dolor de estar enamorada de ti. Aunque creo que ya lo estoy. - estábamos a centimetros y sentía su aliento en mi, veía sus ojos mirando directamente a los míos. Sus ojos llorosos. - Y lo peor de todo esque aunque me quiera alejar de ti, no puedo.

- Te quiero, princesa- nuestros labios rozaban y nos fundimos en un beso. El beso.

Se que el otro fue corto y no se si este es largo, los hago desde el móvil y nose las palabras ni nada.

Gracias por todo
Os quiero
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