Sweet Home

•|DANGER|•

— Me gusta la cara que pones —

Mientras descendía el elevador recordaba una y otra vez las sombrías palabras de ese extraño chico que a pesar de pertenecer al mismo equipo de matones, se había encargado de aniquilar a cada uno de ellos para después centrar su completa atención en Hyun Su

— Ve abajo. Regresaré pronto —

El suave tacto de Hyun Su aún permanecía sobre mi mejilla, sus ojos preocupados seguían dibujándose frente a mi y aunque hubiera deseado quedarme con él, seguí sus palabras como una orden

Sentía miedo, un miedo indescriptible y por ello había cedido tan rápido a dejarlo con aquel extraño y aún así ser acompañada por el único sobreviviente de ese grupo; un hombre de gorro pescador que no dejaba de moverse constantemente y de arrugar entre sus manos uno de los anuncios que habían volado sobre todos nosotros cuando aún permanecíamos en la azotea

— Debemos denunciarlos, por nuestra seguridad—

— Asesinaste a personas que me importaban, las lastimaste y quieres que hable contigo sobre seguridad — Hable fríamente. — Deberías cerrar la boca

Al abrirse las puertas del elevador lo primero que tuvimos frente a nosotros fueron las múltiples cantidades de armas apuntándonos; una parte del equipo se encargó de someter al hombre que me acompañaba y la otra prefirió seguir en la trinchera que se habían montado para recibir a Hyun Su

Se insistía profundamente a que el líder del grupo aceptara denunciar a los infectados, la mayoría secundaba esa idea fielmente de una manera inmoral hacia Hyun Su quien en miles de ocasiones arriesgó su propio cuerpo para mantenerlos a salvo y aún así seguían atacándolo ferozmente

No tenía fuerzas para seguir lidiando con aquello y mucho menos cabeza para preocuparme sobre los dilemas de esas personas cuando minutos atrás había presenciado múltiples homicidios y casi proclamaba mi propia muerte, así que decidí alejarme de ese lugar lo antes posible

En ese justo momento en el que tome la iniciativa de dar media vuelta y marcharme, las puertas de elevador se abrieron dejando ver a Hyun Su acompañado de aquel extraño hombre

Sin embargo, algo había cambiado. La manera de mirarnos, la manera de proteger al nuevo; ese no era el Hyun Su que había dejado minutos atrás, algo había cambiado en su charla con el extraño y no me dejaba para nada una buena sensación

(...)

—¿Crees que la gente que quieres proteger te recibirá con un abrazo tras leer esto?—

Aquel boletín rojo sobre denuncia a infectados lo había puesto a pensar seriamente sobre lo que podía desatar allá abajo, aunque una sola respuesta venía a su cabeza en ese instante sabía que sería difícil de convencer al chico que tenía frente a él de que estaba equivocado porque si había alguien, estaba ella.

Podía jurar que ella no lo abandonaría, no después de lo poco o mucho que habían pasado juntos desde el brote de la pandemia.

Ella lo quiso desde el principio aún sabiendo que era parte de los infectados, no le tuvo miedo y en su mayoría estuvo allí para defenderlo o acobijarlo en sus brazos cuando lo necesitaba y no decía palabra alguna para expresarlo; ella aprendió a conocerlo de una manera que ni él mismo sabía.