•| DARKNESS|•

5K 593 97
                                    

— ¿Nuevas reglas? — Chilló el hombre de media coleta.

— Te lo dije. Pronto nos iban a tratar de someter mucho más. — Contestó Hye In.

— Escuchen todos, las nuevas reglas están diseñadas para hacer que la comida y recursos como el agua duren mucho más tiempo mientras encontramos la manera de conseguirlos. — Explicó Eun Hyuk.

— ¿Estas diciendo que podemos morir antes de tiempo?. — Dijo el chico obsesionado con su belleza, del cual no pensaba aprenderme su nombre.

— Me refiero a que —

— Lo sabía, todos vamos a morir ¿Hyun Su no puede traer más comida de allá arriba? Lo que trae es muy poco. — Habló alguien más.

Retire mi vista de la flor que ahora se notaba un poco más marchita, al escuchar el comentario de Seung Wan.

— Tal vez podría hacerlo si dejaran de pedir cosas tan estúpidas como crema para la piel, comida para perro o diarios. — Atacó Eun Yoo.

— Tienen que hacer parejas, no deben de ir por allí sin un acompañante. — Concluyó Eun Hyuk dando por terminada la reunión.

— Nadie va a querer hacer equipo contigo. — Comentó Gil Seob refiriéndose a mi. — Y tampoco contigo. — Ladeo su cabeza para interceptar a Sang Wook. — ¿Por qué no se vuelven pareja? —

El hombre me miró con una ligera sonrisa, la primera que había visto salir de sus labios; negó y volvió a mirar al veterano.

— Creo que ella está más que protegida por alguien más, no me necesita. —

El silencio se vio interrumpido por la ardua y estruendosa risa del veterano ganándose una mala mirada de mi parte.

— Ni siquiera él quiso estar contigo. —

— Escuche muy bien, eso fue muy grosero de su parte y no necesito que alguien me cuide porque yo puedo hacerlo muy bien por mi cuenta. —

— Basta de patrañas, vete a hacer algo productivo no pierdas tu tiempo con viejo que se quiere morir. —

— Es usted muy pesimista ¿Lo sabe? — Dijo Yoo Ri anunciando su llegada.

Un ladrido se escuchó por todo el lugar tomando a los tres por sorpresa y provocando que mis manos soltaran la pequeña flor. El perrito de Hye In, al ver la mancha rosada en el piso corrió y de un solo bocado se comió el que había el gesto más bello que había recibido.

Quedé estática al ver lo que acaba de pasar, teniendo un enorme deseo de tomar a ese perro y lanzarlo muy lejos de mi vista a pesar de que fuera en contra de mi moral y trato hacia los animales.

— ¿Pero que ha comida? ¿Qué le diste? Se morirá por envenenamiento. —

Ojalá y si se muera por haberse comido la flor.La dueña del animal me miró confusa al no entender lo que había dicho en mi propio idioma. — Lo siento, dije que lo lamento mucho.—

Sabía que tarde o temprano la flor moriría, pero no que simplemente desaparecería frente a mi gracias a un perro.

Al igual que la comida y el agua, la ropa estaba escaseando y significaba que pronto estaríamos mucho más sucios de lo que ya estábamos tomando en cuenta que las duchas se habían reducido ampliamente; cuando era niña había desarrollado una extraña costumbre de siempre dormir y usar calcetas pues de no tenerla me era sumamente complicado sentirme a gusto.

En la sección que pertenecía a la tintorería y lavado, muchos de nosotros acudíamos allí para buscar una prenda de ropa que pudiésemos utilizar, tal y como yo lo hacía en búsqueda de pares de calcetas que prácticamente ya no habían.

— ¿Buscas algo? — La voz de Hyun Su me llevo a sonreír ampliamente.

— No — Descolgó su mochila y recargó su arma en la pared.

— Si necesitas algo, solo dime y lo traeré. —

— No, descuida. No necesito algo en especial. — Reí con un poco de nerviosismo tirando por completo mi mentira.

— Todos piden algo, deberías de hacerlo si eso que dices no necesitar te ayudará a estar más cómoda. —

— Implicaría que pases más tiempo allá arriba, así que no. — Mis manos cayeron en su pecho. Ambos notamos esa acción pero pareció ser mucho más reconfortante que incomodo.

— Bien —  El cable de los audífonos que portaba se enredó en uno de mis dedos cuando intenté apartar mis manos.

— ¿Para que son los audífonos? —

— Siéntate, te explicaré. — Su frío tacto enrollo el mío y me guío a sentarme frente a él. — Uso los audífonos para saber si hay algún monstruo cerca, los conecto al celular y marco a cualquier número, cuando noto una interferencia significa qué hay alguno cerca. —

Retiro con agilidad los audífonos de su cuerpo y me acerco un poco para colocar uno de ellos en mi oído, mientras hacía esa acción simplemente no podía dejar de mirar sus ojos.

Aquellos ojos que me tenían completamente cautivada desde que logré descifrar que toda emoción y sentir suyo recaían por completo en ellos.

— Marca — Asentí y marque al número que Hyun Su tenía registrado en su celular. — Presta atención — Se alejó un poco y cerró los ojos como si estuviese concentrado.

Un ligero pitido a través de la línea comenzó a sonar, desarrollando una enorme curiosidad y asombro ante tal hecho; si esto se podía llamar ventaja era una buena aunque me temía que de no tener las habilidades  que tenia Hyun Su, una persona como nosotros sería carnada fácil para los monstruos.

Sus ojos se abrieron nuevamente pero en esta ocasión una capa oscura los cubría por completo de la cual aparentemente le estaba constando trabajo deshacer provocando que la interferencia en la llamada aumentara.

Tuve miedo por ambos. Por mi y por él, no Yeni ni la menor idea de que podía hacer más que tomar su mano y tirar de ella.

— Hyun Su — Ejercí más presión en su mano. — Hyun Su regresa —

El sonido de los audífonos incrementaba cada vez más y se volvía insoportable para mi oído, retire de inmediato el artefacto con un solo tirón y tome el rostro de Hyun Su en mis manos.

— Hyun Su — Una expresión de miedo cambió el hecho de la cosas y sus ojos cafés regresaron a mirarme.

— Lo siento — Rastros de lágrimas se marcaron en sus mejillas.

— Tranquilo — Lo envolví en mis brazos recibiendo como respuesta la misma acción de su parte, escondió su cabeza en mi cuello y se aferró de mi con fuerza.

Después de todo la oscuridad que intentaba dominarlo,  no había logrado su cometido.

Sweet HomeWhere stories live. Discover now