KARASUNO FIGHT!: Los Cuervos En La Playa

11. Sentimientos y lágrimas

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La pequeña reunión de los miembros del Nekoma y el pequeño cuervo estaba llegando a su fin, dado que se encontraban muy llenos por todo el banquete que habían comido. Algunos se levantaron para poder ayudar a limpiar, otros para ayudar a las managers. Hinata dijo que iría al baño, pues tomó mucho jugo de fresa.

El pequeño peli naranja se iba saltando alegremente hacia el baño, cantando una pequeña canción sobre esto.

—~Baño baño, me voy al baño baño~

Decía esto fuertemente mientras se metía a un pequeño cubículo para hacer sus necesidades.

Al salir se lavó las manos y bromeó un rato frente al espejo, hasta que llegaron algunos miembros del Seijoh y se retiró alegremente. Cantando la misma canción y dando saltos como siempre. Estaba tan concentrado con su alegre canción que no se dio cuenta que iba a chocar con una persona.

*PUM*

Ocurrió un tropiezo y Hinata sintió como alguien fuertemente lo sujetó de su pequeña cintura. Al abrir los ojos se encontró con una mirada de preocupación, una mirada azul.

Kageyama estaba sujetándolo, le preguntó si se encontraba bien y el peli naranja, saliendo de su asombro, le contestó que todo estaba en orden.

Dándose cuenta que el pequeño estaba bien, procedió a gritarle. — ¡HINATA BOKEEE! ¡Tienes que fijarte por donde caminas! ¡Alguien pudo salir lastimado! ¡TÚ pudiste salir lastimado!— dijo con un tono agitado.

—Pe-perdón Kageyama-kun. Me distraje un poco...— murmuraba Hinata mientras se rascaba la nuca de una forma nerviosa. "¿Acaso... se preocupa por mi? ¿Será el momento para... decirle cómo me siento?"

—B-bueno... visto que estás bien, tengo que ir a ayudar con unas cosas.— mencionó el pelinegro encaminándose hacia la dirección contraria.

—Baka... Kageyama-san, espera.— Dijo Hinata mientras le tomaba de la mano para detenerlo.

"Es... este pequeño idiota esta... ¿tomándome de la mano?"

Kageyama se giró para verlo, se había puesto un poco nervioso. Shōyō soltó su mano y empezó a sudar levemente.

—Pues... dado que somos amigos, eh, compañeros.— divagaba el pequeño.

—No corrijas, somos amigos.

—Claro... bueno, quería pedirte un consejo, necesito tu opinión.

Kageyama se cruzó de brazos y le dedicó una mirada seria. —Claro, pero que sea rápido porque tengo que irme a ayudar a Tanaka-san.— mencionó el ojiazul mientras escuchaba lo que el pequeño le decía.

—B-bueno... veras... yo tengo un... ¡AMIGO! ¡SI! un amigo ¡QUE NO SOY YO EH! y... bueno, a este amigo le gusta alguien desde hace ya bastante tiempo...— Shōyō no lograba conectar muy bien sus ideas.

—¿Un amigo?— preguntó curioso el colocador. "¿Hablará de él? Conociendo a este idiota, es probable".