KARASUNO FIGHT!: Los Cuervos En La Playa

1. La mañana desastroza

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Casa de Hinata Shōyō

Sábado

Se alzaba la mañana de un fin de semana, los pájaros anunciaban el comienzo de un nuevo día. El aire se sentía cálido y todo se encontraba en calma.

La pacífica mañana fue interrumpida por la canción "Best Day Of My Life", la alarma de Hinata Shōyō. El pequeño chico aún no despertaba del todo, con el cabello naranja revuelto y un poco somnoliento, estiró su mano hacia la mesita de noche para alcanzar su teléfono color amarillo.

—Tururu~ This is gonna be the best day of my LIFEEEEEEEE ¡AHHHHHH! — El grito de Hinata se escuchó por toda la casa, eran las 6:45 a.m. y el equipo Karasuno había reservado el autobús a las 7:00 a.m.

❈ FLASHBACK ❈

—Muy bien chicos, recuerden que mañana iremos al campamento en la playa con los demás equipos. Quiero que estén a las 7 a.m en punto; a tiempo y desayunados para poder seguir el itinerario.— Exclamaba Daichi, el capitán del equipo.

—¡SI SEÑOOOR!— Gritó todo el equipo al unísono.

Mientras todos limpiaban el gimnasio y arreglaban sus cosas para poder marcharse, Daichi se acercó a Kageyama y Hinata, los cuales estaban discutiendo sobre quién podría guardar más balones.

—Chicos, quería hablarles personalmente a ustedes...— Hizo una pequeña pausa. —Si mañana llegan tarde... se las verán conmigo...— exclamó el pelinegro con un tono extraño y sombrío en la voz.

La pareja palideció ante la pequeña amenaza de su senpai y asintieron de forma rápida.

❈ FIN DEL FLASHBACK ❈

—Mierda mierda mierda mierda.— murmuraba el peli naranja saltando de su cama mientras se cambiaba de forma apresurada. Abrió su mochila y metió su traje de baño color amarillo, su flotador de patito, sus cosas personales y su ropa para entrenar. Salió apresuradamente de la habitación y se encontró con Natsu, su pequeña hermana, en la cocina.

—¡Natsu! ¡ESTOY TARDE! ¡DEBO SALIR Y NO TE HICE EL DESAYUNO! YO... um... ¿Estás bebiendo café?— dijo Hinata de forma agitada. Su hermana lo observó muy tranquila mientras le daba sorbos a su taza. Le señaló una bolsita y dejó el café a un lado.

—Sabía que te quedarías dormido, así que te preparé el desayuno, de nada.— Dijo la pequeña mientras abría el periódico.

—¡Natsu eres la mejor! ¡Graciaaaas! Vendré en unos días.— Procedió a darle un abrazo rápido a su hermanita y se metió un pan a la boca. Salió corriendo para montar su bicicleta y partió hacia el punto de encuentro del Karasuno.