Capítulo 25

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Despierto y la observo dormir tranquila a mi lado, la sensación que tengo en este momento no tiene comparación. Sam fue mía de nuevo y eso es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. 

Mi celular comienza a timbrar y me apresuro a responder para no perturbar el sueño de mi Saltamontes.

—Hola, ¿pasa algo? —Por la prisa no vi el número del cual me llamaban y asumí que por la hora era del hospital.

—Sí, claro que pasa algo. Hoy tuve que mandar a seguir a tu amiga, la doctora entrometida esa. Está investigando más de la cuenta, al parecer no has hecho tu trabajo y sabes que eso no es conveniente para nadie —Mi corazón se detiene por un segundo, se están metiendo con todo lo que me importa y todo por un maldito negocio. Todo por mi maldita culpa.

—¿Cómo que la siguieron? Eso ya es cruzar la línea, el trato también depende de que a ella no le pase nada.

—Son las cosas que debemos hacer porque no eres capaz de hacer bien tu parte del trabajo. No quieres terminar como tu esposo, ¿o sí? —Me amenaza.

—Que me maten a mí también me tiene sin cuidado, lo único que me mantiene con ustedes es protegerlos a ellos, así que no les conviene incumplir con el trato o todo se les irá por el suelo.

—No les sucederá nada si tú cumples con lo que te corresponde. Por ahora, necesitamos que investigues qué hablaron la doctora y la señora Brown. Si de alguna manera tu amiga llega a descubrir el modo de propagación del veneno, la operación se acaba al igual que el trato y para ellos será tu culpa y ya sabemos lo que puede desencadenar eso.

—Listo, yo me ocupo a primera hora.

—O puedes despertarla y hacerlo ya mismo en tu cama —Olvidaba lo vigilada que me tienen estos tipos. Me limito a colgar el teléfono.

Entiendo que son capaces de llegar hasta las últimas consecuencias si esto no sale como ellos esperan, pero saber que siguen a Sam, me enfada muchísimo, una cosa es que lo hagan conmigo, total es mi responsabilidad por involucrarme en esta mierda, pero ella solo está haciendo su trabajo y tratando de salvar a la gente del pueblo.

Me recuesto a su lado y la abrazo, al menos quiero disfrutar un par de horas más a su lado, porque la despertar tendré que utilizarla de cierta forma para averiguar lo que sabe. Además, ¿qué hacía Sam reunida con Ashley fuera del hospital? ¿Será que tenía razón al creer que si coqueteaba con ella? ¿Sam quieres tener a todas pendientes de ella?


El movimiento de Sam al levantarse de la cama, me despierta.

—Buenos días —le digo feliz de despertar a su lado.

—Buenos días —Su contestación es fría y cortante.

—¿Pasa algo, guapa? —Me preocupo por su actitud, es como si hubiese despertado al lado de una completa extraña y eso no me gusta nada.

—No, todo bien, solo debo irme a trabajar, es tarde.

—Pero espera, toma al menos un jugo de naranja conmigo —Sé que detesta el café.

—No, no me da tiempo. Debo irme de verdad.

—¿Acaso no recuerdas lo que pasó?

—Sí, tuvimos sexo. Es claro que lo recuerdo bien.

—Hicimos el amor, después de tanto tiempo y es lo mejor que me ha pasado en la vida últimamente.

—No, no te equivoques, no hicimos el amor. tuvimos sexo o lo más que hicimos fue vengarnos, Bonita —Sus palabras me matan, las espinas clavadas en el pecho no se le acercan en nada a lo que siento con sus palabras.

Punto de QuiebreWhere stories live. Discover now