Capítulo 10.

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Mientras le doy tiempo a Laura para que se cambie y de paso se despida de Nicole, voy a mi oficina a cambiarme yo también, porque tengo todavía el uniforme. Al llegar a la oficina observo un folder amarillo sobre mi escritorio y dos sobres pequeños al lado. Me acerco para mirarlos bien, en el folder dice: "primero mira los sobres", y eso hago dirijo mi vista hacia los sobres y cada uno tiene un número, así que abro el que tiene el número 1 y comienzo a leer su contenido.

"El folder que dejé sobre tu escritorio son todos los documentos que encontré con relación a los estudios del virus, pero te tengo una mala noticia, no hay registro de quién envío las muestras ni de por qué exactamente se determina como tal, la información es bastante deficiente, creo que Laura y tú que comprenden más esos temas podrían estudiarla bien, por eso te lo entrego a ti"

May buscó sola los documentos mientras yo estaba intentando resolver una parte de mi vida, y lo peor es que no llegué a ningún punto, sigo en el limbo de las emociones y los sentimientos confusos. Después de saber que no existe un nombre del responsable de la investigación inicial de la enfermedad tengo más interés en descubrir qué sucede realmente, y me empuja aún más a sospechar que el virus no es tan virus como nos han hecho creer desde el principio.

Ahora abro el sobre número 2 y leo: "Saltamontes, espero hayas conseguido dar un paso más en busca de tu verdad y del encuentro que mereces con tu paz mental y emocional, de corazón deseo que hayas obtenido las respuestas que tanto querías y que en el proceso no te hicieras más daño. Nunca olvides que tú también eres una mujer maravillosa y única, y que la persona que tenga la fortuna de tenerte a su lado deberá demostrarte cada día que es merecedora de todo tu amor y de toda tú, así como una vez lo dijiste sobre mí, hoy yo te lo hago saber a ti"

Algo en May cambió desde nuestro beso en la fiesta, porque incluso un día antes estaba buscando cualquier excusa para tener una discusión conmigo. Debo confesar que me gusta mucho que llevemos las cosas en paz, se siente bien leer que aún piensa cosas tan hermosas acerca de mí. Espero el cambio sea duradero y no peleemos más por estupideces. Pero me preocupa que se deba a que siente algo por mí, el beso que ella me dio hace unas horas me movió cosas, pero no para intentar tener algo con ella, creo que ya no es una opción, tuvimos nuestro tiempo y ella no puedo con todo lo que sentíamos, así que ojalá no venga nueve años después a decirme que siempre sí quiere estar conmigo, porque va a chocar con pared.

Guardo el sobre con el número 2 en una de las gavetas de mi escritorio y tomo el folder junto con el sobre 1 para contarle a Laura lo que sucede. Espero que la compra del microscopio se apruebe rápido, porque estoy segura que mi amiga va a querer con más ganas ser ella quien descubra lo que realmente causa la enfermedad en los niños de Forside. Voy hacia el parqueo y veo que ya está esperándome recostada sobre el auto, pensaba que iba a tardar más en su despedida con Nicole, es tonta por no aprovechar el tiempo, yo aún estaría comiéndole la boca, pero bueno...mi amiga es la excepción a toda regla.

—Lau, ya tengo los estudios que le han hecho a la enfermedad.

—¿Y?, ¿Quién fue el pendejo o la pendeja que determinó que es un virus? —me pregunta ansiosa mientras se sube al auto.

—Con eso sí tenemos un problema, en los documentos al parecer no hay nombres del responsable, pero no los he revisado, creo que lo mejor es hacerlo juntas.

—¿Entonces cómo sabes que no hay nombres? —me dice y toma los documentos que le estoy pasando— Ya sé, te volviste adivina y yo hasta ahora me entero. Sam, me haré millonaria a costillas de tu nuevo talento —me dice con sarcasmo.

—No necesité ser adivina para saber que te gusta comer almeja, así que ese talento ya no es necesario.

—Idiota, te odio. Dime, ¿cómo sabes lo de la falta de información?

Punto de QuiebreWhere stories live. Discover now