Capítulo 9.

352 30 4
                                    

Ver el atardecer era algo que de verdad necesitaba, es increíble como la cotidianidad de la vida hace que dejemos de hacer cosas tan simples, pero que nos llenan tanto. May hace que todo sea un poco menos difícil de sobre llevar, tiene ese algo en su personalidad que te hace creer que no todo lo malo que te sucede es tan malo, es complicado de explicar, solo al conocer a alguien como ella me podrían comprender. Si lo pienso bien, así debería ser el amor, una persona que en medio de la peor tormenta te de la paz que nadie más puede darte, que cuando sientas que todo se está desplomando a tu alrededor su mano o su sola presencia te de la seguridad de que al final del derrumbe te podrás levantar y construir con más estilo y firmeza lo que se fue cayendo, pero demostrándote que no la necesitas a ella, sino que tú eres capaz de lograrlo.

Ha pasado una hora desde que May me dejó sola para que afronte mi verdad con Allison, y yo todavía tengo el celular en la mano sin mirar los mensajes. Sé que debo ser valiente, o sea, ¿qué puede pasar?, al final solo hay dos opciones: me ama y quiere regresar conmigo o ya se acabó todo y estos pocos meses le ayudaron a darse cuenta de que su historia con Megan es más fuerte que cualquier cosa que pudo sentir y/o tener conmigo.

Abro el WhatsApp y tengo varios mensajes, uno de Carlos, dos de Lena, otro de Ricardo y tres de Laura, puede que me necesiten, debió suceder algo importarte porque tener mensajes de los cuatro y por separado no pasa normalmente, pero no puedo distraerme, me debo esto y de cierta forma siento que también se lo debo a May. Ignoro los chats de mis amigos y voy directo al de Allison. Tengo muchos mensajes sin leer, de hecho, desde hace tres meses y puedo apostar que al menos uno es casi una biblia, si una cosa tenemos en común es nuestro gusto por hablar.

Allison: Irte a casa de Laura luego de hacer el amor conmigo es extraño, incluso para ti.

Enviado 6 de abril.

Allison: ¿Cuándo te vas para el pueblo? Por cierto, Laura debe estar feliz con nuestra ruptura, está enamorada de ti. No lo había pensado, pero le di ventaja a dos, ahora tienes de dónde escoger...

Enviado 8 de abril.

Allison: Siempre me dices que lo peor que podemos hacer en la vida es suponer, pero en esta ocasión debo suponer que ya te fuiste a Forside y que, además, tampoco este mensaje me lo vas a responder.

Enviado 11 de abril.

Allison: Deberías al menos responderme las llamadas, de verdad extraño escuchar tu voz, sé que fue mi decisión, pero eso no hace que duela menos.

Enviado 11 de abril.

Allison: Sé que piensas que dejare de escribirte porque me puedo cansar de que no me respondas, pero no, no lo haré. ¿Sabes por qué no dejaré de escribirte? Porque es mi manera de sentirte cerca, es tonto lo sé, pero cada uno busca la forma de enfrentar sus vacíos y mi vida sin ti es eso, un completo vacío.

Enviado 16 de abril.

Allison: Igual puedes estar tranquila, no lo haré todos los días, y no porque no quiera (porque la verdad si fuera por mí te escribiría cada segundo y te llamaría cada noche antes de dormir, porque al final de cada día no había nada que me hiciera más feliz que escucharte mientras me contabas lo difícil de tu día en el hospital hasta quedarte dormida)

Al final son tan simple como cualquier otra persona, yo que siempre te dije que no habías conocido a nadir como yo, que no me regía por reglas, estereotipos, etiquetas ni mucho menos por lo común, porque para mí lo común no existe, pero mírame ahora, extrañando nuestra cotidianidad, los detalles más simples:

1. Tomar café ya no es gratificante porque no estás preguntándome: "¿Cómo puedes tomar tanto café si sabe tan mal?",

2. Leer un libro ya no me entretiene, me hace falta que estés recostada en mi regazo y haciéndome berrinche para que te haga piojito.

Punto de QuiebreWhere stories live. Discover now