6. ¡SORPRESA!

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Me encontraba sentada en un lugar rodeada por adolescentes como yo, depresivos, suicidas, personas que temen vivir pero al igual que yo le tenemos miedo a morir. Cuentan sus historias, de cómo cayeron en las auto-lesiones, pero parece que yo no los puedo escuchar, es como si me encontrara en una burbuja, todo es silencio, excepto mi mente, esa está hecha un desorden, los gritos y risas me hacen loca.

Hoy te llevaras una sorpresa, Jezabel.

Siguen repitiendo esa frase una y otra vez, sigo sin entender a que se refieren con eso. Pero tengo un poco de miedo  —Jessie, es tu turno —dice la mujer canosa que supuestamente es una ayudante que nos hará salir de la oscuridad —cuéntanos tu historia — ¿Qué puede saber ella de depresión? No luce como la mujer que llora por grandes problemas, su rostro está decorado con una sonrisa, ella simplemente no parece tener problemas con el mundo o querer morir. En cambio, los demás parecen efímeros, como si no existieran, yo sé que luzco exactamente como ellos.

Dejo de pensar en lo jodidos que estamos cuando siento un apretón en mi rodilla —ella suele ser demasiado callada —dice Alaric.

Soy callada pero por dentro grito de dolor.

—te ayudaremos, ahora, dinos, ¿qué se siente tener depresión? —la mujer al hacer esa pregunta llama la atención de todos los demás, sentir la mirada de todos en mi me hace sentir insignificante, como una hormiga en medio de un mundo de gigantes.

—Tener depresión es como estar ahogándote, pero, sin embargo, puedes ver a todos respirando a tu alrededor —digo —como estar dentro de una caja de cristal, alejada de la vida pero sabes que si esa caja llega a quebrarse te dejará heridas de por vida, porque la depresión nunca se supera, siempre queda algún recuerdo de lo que fuiste. Así tengas 60 años siempre recordaras los días en los que llorabas a escondidas de todos, aunque, lo malo es que muchos no llegamos a ancianos, nos quedamos estancados, en una lugar donde la oscuridad reina, un lugar donde lo único que importa es morir y dejar de ver la mierda de mundo en la que estamos.  

La mujer hace un sonidito como de si estuviera de acuerdo conmigo —¿Así te sientes? Como en una caja de cristal. Tienes muchos temores, querida. ¿Tus padres saben de esto, los cortes, la depresión?

JAJAJAJA estan hablando de la puta adicta a las drogas

—No, mi madre no está nunca en la casa, es una drogadicta y mi padre está muerto. Así que soy yo contra el mundo —una chica frente a mí me llama la atención, al terminar de decir mi frase ella sonríe, como si hubiera dicho un chiste o una broma ¿Por qué se sonríe? No dije nada gracioso y eso me irrita; ella al igual que todos se ríen de mí —¿Qué es tan divertido? —digo y no entiendo de donde saqué el coraje para pronunciar esas palabras con un tono de voz tan fuerte, la chica, morena de ojos negros vuelve a ver hacia Alaric y después a mí.

—Somos tan iguales, una maldita madre drogadicta y puta y un padre muerto. Bueno, el mío prácticamente está muerto ¿acaso no es como morir estar todo el día frente a un computador, solo sales a comer y hacer las necesidades; nada de contacto con la sociedad, nada de conversaciones o risas? —una risa amarga sale de su boca —Así es mi padre, a veces deseo que él salga de esa puta habitación y me diga un hola, pero nunca pasará, porque ama más toda la mierda que hay en esa computadora que a mí

—Todos tenemos historias similares —Alaric le hace una seña a la chica para que se detenga, mientras él habla —Tenemos la misma manera de desahogarnos. Somos un grupo de chicos suicidas, pero aun así sonreímos porque no podemos demostrar lo jodidos que estamos. En cambio tú, nunca sonríes y eso llamó mi atención desde el primer día que te vi. Eras una belleza de chica, pero todo a tu alrededor lucia deprimente, tu luces deprimente y me pregunté el porqué de que una chica como tú no sonriera. Después conocí tu historia y me di cuenta que había encontrado un ángel de carne y hueso.

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora