Sol de invierno

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[...]

Varios vehículos llegaron a la casa de los Bjorman, se trataba de los familiares y amigos de los presentes en la fiesta. Aquel temblor había llegado a toda la ciudad, pero gracias a una nube de polvo se dieron cuenta que hubo una zona más afectada en el pueblo. Las casas cercanas a aquel bosque sufrieron algunas gritas y pese a seguir en pie, algunos pedazos de escombros se desprendieron de las paredes.

-Capitán, ¿Mi amiga estará bien? - preguntó Anna.

-Sólo es su tobillo. - el hombre tenía en brazos a la chica, a quién momentos antes había liberado de un tronco que cayó sobre su pierna derecha. La depósito con delicadeza en una camilla de ambulancia. Los amigos de Elsa hicieron un circulo alrededor de ella.

-Vaya susto que nos metiste. - Eugene la cubrió con su chaqueta.

-¿Ronin, que rayos fue eso? - Nodd cuestionó al capitán.

-Capitán para ti. - regañó el tío del muchacho. - Y para ser honestos, no tenemos la menor idea. Habrá que esperar el reporte de los expertos. Fue en toda la ciudad, pero aquí se intensificó.

-¡Elsa! - El señor Black había llegado junto con la familia Snow. - Elsa, cariño. ¿Estás bien? - todos se alejaron para darles un momento a solas. El señor Black abrazo a su hija de un modo que cualquiera podría dudar de que fuera el hombre frío de su reputación. Hasta Jack olvidó por un segundo el desagrado que le producía y comenzó a sentirse mal por Elsa y su padre.

-¿Papá?, ¿Señora Snow?, ¿Emma y Jack?

-Salimos corriendo en cuánto vimos la nube. - Su padre acomdó su cabello tras sus orejas.

-Linda, tranquila. Voy a revisar tu hérida. - decía la señora Snow. - Jack, necesito tú ayuda. Pasáme las vendas, están en la mochila.

La pequeña Emma fue ignorada por un pequeño momento, el cuál aprovecho para inspeccionar un la zona. Se acercó a las bandas amarillas y las traspasó, no por imprudente, sino que dos objetos habían llamado su atención.

-Bien, Elsy. Ahora toma estas pastillas, ayudarán con el dolor. Jack, cuida de Elsa. Bien cariño, iré con tu padre para hablar con los médicos, esperamos que no tengas que pasar la noche en un hospital.

-Gracias, Islane. - Elsa la llamó por primera vez por su nombre. Cuándo finalmente se quedó a solas con Jack, este le reclamó:

-Así que está vez tú te metiste en problemas.

-Eso te conviene, ¿no?, así mi padre no pasará el día entero haciéndote reclamos.

-¿Te das cuenta que está es la primera vez que no discutimos campalmente?

-Creo que sólo hacía falta que estuviera a punto de morir.

-Eres una exagerada.

-Y tú eres un mal educado. Niño inmaduro.

-Y tú una estirada que aborrece lo divertido... - Elsa frunció el seño, buscando otro insulto para lanzar. - Pero me alegra que estés bien. - Esas palabras destensaron su cuerpo y recargó su cabeza en la almohadilla.

-Jack, en muy poco tiempo seremos familia. ¿Por qué eso es tan malo para nosotros?, es decir, mira a tú madre y mi padre. Se ven felices juntos, me pregunto ¿Hacemos lo correcto?, ellos merecen estar bien y nosotros los castigamos todo el tiempo con nuestras peleas.

Jack bajó la mirada, no quería decirle lo que en realidad sentía: "Elsa, no hay nada de malo con nosotros. Es tu padre quién me da mala espina. Ni si quiera tú, sé que eres una gran chica pero es tu padre en quién jamás confiaré"

Prisionero de la realidad. [TheBigFour to TheBigEight]Where stories live. Discover now