Cerca II

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Ese mismo Viernes, antes de comenzar las clases...

-Psstt... Snow, por acá. - Mérida llamó la atención del chico, ambos entraron al baño puesto que a esas horas estaban vacíos, al menos en el caso de los hombres.

Ya adentro, Mérida sacó los polvos compactos y Jack se retiró el cubrebocas. Llevaban haciendo eso tres días desde que el Martes tuvo aquella pelea con los otros chicos, salía de su casa con bufandas, lentes o lo que sea para que su madre no notase el moretón; una vez en la escuela buscaba a Mérida para que le ayude con ese detalle.

-Parece que no necesitaremos hacer esto el Lunes.- dijo Mérida, notando que la mancha roja iba desapareciendo gradualmente.

-¿No dejará marca?

-No, seguirás teniendo un cutis envidiable, si eso te preocupa.

-¿Celosa?

-¿Por qué estaría celosa?

-Porque tu cutis sólo tiene pecas por todos lados que ni se ve tu tono de piel.

-¡Hey!, nadie se mete con mis pecas, son perfectas. - Mérida humedeció su mano en el grifo para comenzar a tirar agua hacía él.

-Alto, ¡No!, el maquillaje... - Jack se mojó las manos para contra-atacar.

-Está bien, alto al fuego, me rindo, ¡me rindo! - ella cedió porque no quería comprometer a su cabello, el cuál sin duda se volvaría esponjoso si el agua cubría lo sufciciente.

-No puedo creer que entres al baño de hombres como si nada. - Jack revolvió su rojo cabello.

-Y yo no puedo creer que Elsa quiera algo con mi medio-hermano. - Mérida dijo tras leer los garabatos escritos en la puerta de un cubículo. - Eso explica porque hay muchas pijamadas en casa.

-¿Te molesta que hagan pijamadas?

-Me molesta que sean todo el tiempo en la habitación contigua. Es decir, esta la casa de Astrid y de Elsa...

-Olvidalo, el papá de Elsa es algo especial como para permitir que duerman allá. - el cerebro de Mérida hizo clic al relacionar algunos acontecimientos pasados.

-Tu mamá... está saliendo con...

-Si, pero por favor, no lo menciones. Me revuelve el estómago. - él dirigió la vista al suelo.

-No era mi intención, sólo creí que tú ya has tenido el privilegio de entrar a casa de los Black. - la chica se inclinó un poco para ver sus ojos.

-Un par de veces... si. Para ser honesto, no me agrada estar ahí más de lo necesario, sólo conozco el salón, comedor, baño social y una parte del jardín... - Jack frunció el seño, demostrando que recordaba momentos nada agradables y su acompañante trató de aligerar el ambiente.

-¿Jamás has estado en la habitación de Elsa?

-¿Qué?, ¡No!, ¿Cuál es el punto?

-¿Y si tiene fotos de Hans pegadas en todas partes? - Unos segundos y ambos se soltaron a reír en cuándo imaginaron la escena.

-Si, apuesto a que sería interesante ver su habitación.

-¿Sabes?, es un poco extraño, tengo vagos recuerdos de estar dentro de esa casa, más como un sueño.

-¿Tú?, ¿Por qué estarías ahí?

-Antes de vivir en la mansión Arendelle, yo... vivía con mi mamá. - El peliblanco prestó toda su atención en cada palabra ahora que el tono de su voz era mesurado. - Después de que falleció, salí corriendo del hospital... no podía soportarlo.

Prisionero de la realidad. [TheBigFour to TheBigEight]Where stories live. Discover now