Treinta y dos.

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Louis:

Llegamos a la consulta del médico y éste nos recibió de forma inmediata. Samuel había entrado con nosotros ya que no deseaba quedarse solo afuera y decía que no pasaba nada, que era su mamá.

— Hola Louis, es bueno volver a verte chico y ahora vienes con tu hijo, ¿Eh?-. El doctor David había sido el encargado de mí durante toda la vida, incluso de mi tiempo embarazado se encargó de atenderme hasta el último momento.

— Es bueno volver a verlo, señor-. Harry saludó alegre como siempre.

— Y dime Louis, ¿Por qué estás aquí hoy? ¿Qué síntomas tienes?-. Comencé a decirle sobre todo lo que había empezado a tener en los últimos días y pude verlo sonreír-. Creo que ambos tenemos la misma hipótesis, ¿no?

— Creo que sí, pero me gustaría que usted me lo confirmara-. Las caras confundidas de Harry y Samuel eran un poema.

— Te harás estos estudios para confirmar que todo está en orden y dentro de unos días vienes conmigo, por mientras quiero que tomes estos medicamentos para las náuseas-. Asentí y simplemente seguimos con la consulta, aunque técnicamente eso era todo lo que necesitaba.

- Eso fue rápido, ¿Vendremos después, entonces?-. Preguntó Sam. Volteé a ver a Harry el cual seguía viendo la receta con el ceño fruncido.

- Lou, ¿Crees que debamos pasar por una casera antes de ir a casa?-. Sam y yo volteamos a verlo y yo le sonreí. Bueno, por lo menos ya se había dado una idea.

- Si eso te da seguridad, está bien.

- No quiero esperar tanto tiempo-. Sonreímos y Samuel frunció el ceño.

- No entiendo de qué hablan.

Después de llegar por mis medicamentos y unas cuantas pruebas de embarazo caseras, volvimos a nuestro hogar y de forma inmediata, Harry me hizo tomar agua y ahí estábamos en aquellos momentos, ambos sentados en el piso del baño en la espera del resultado de una prueba de embarazo como hace tantos años atrás.

- ¿Qué dice?-. Me encontraba sentado al lado de la taza del baño y Harry se había levantado para ver el resultado de la prueba.

- Supongo que ahora no morirás de miedo como hace tanto tiempo atrás, ¿No?-. Se sentó a mi lado y me enseñó el resultado. Sonreí.

- No, ahora sé que estás aquí conmigo y que podremos salir adelante los dos, ambos como padres y con Samuel-. Lo besé.

Positivo.

Harry:

Embarazo.

¿Por qué soy tan imbécil y no lo noté antes? Louis había tenido los mismos síntomas que cuando esperaba a Samuel y jamás se me ocurrió pensar en algo así, y ahora que tenemos ese pequeño detalle con nosotros, todo empezaba a tener sentido. 

- ¿Crees que Samuel se vaya a enojar?-. Pregunté después de un rato de ver la prueba de embarazo. Por alguna extraña razón seguíamos sentados en el piso del baño.

- No, he escuchado de parte de Niall que Emma y él habían hablado sobre el intentar hacernos tener un bebé-. Exploté en una carcajada. Demonios, Samuel me sorprendía cada vez más.

- Bueno, creo que tiene sentido el por qué sus reacciones en el pasado.

- ¿Reacciones en el pasado?

- Mmh... hubo un tiempo en el que Marlene y yo intentamos tener un hijo, cuando Samuel ya era un poco grande para caer en cuenta de lo que era un bebé o lo que significaba tener un hermano-. Vi como arrugaba su rostro y sonreí un poco. Bueno, supongo que no era bueno escuchar que tu novio había intentado tener un bebé con alguien más.

- Pensé que cuando ella había dicho en el trato que no podía tener hijos era mentira, pensaba que ella no quería pasar lo que un embarazo para no arruinar su cuerpo-. Lo vi relajar su rostro.

- Marlene no era mala, intentó ser una madre para Sam pero él siempre la rechazó-. Tomé su mano y la apreté un poco.

- ¿Sam seguía haciéndolo? 

- Sí, no dejaba que nadie se le acercara si no era yo, hasta que cumplió los cinco años-. Louis se recargó en mi brazo, yo solamente lo abracé de la cintura.

- Estoy feliz de poder tener otro hijo contigo, Harry. Sé que perdí toda la parte de crecimiento de Samuel pero haré lo mejor para que éste nuevo bebé se sienta amado y querido por su madre-. Besé su cabello y lo obligué a sentarse sobre mis piernas.

- Eres un gran ejemplo para tu hijo, Louis. Incluso desde antes de saber la verdad, él ya te veía como un gran ejemplo a seguir, eras su maestro favorito en todo momento.

- No me digas esas cosas que me harás llorar, Hazz-. Sonreí.

- Andando, ya viene siendo hora de salir de aquí.

Salimos del baño para ir directo a la sala de estar, sitio en donde nos esperaba Samuel para poder ver una película los tres juntos.

- ¿Todo bien, papás? Se tardaron más de lo que dijeron-. Nos sentamos cada uno al lado de él y lo abrazamos-. ¡Hey! Me gustan los abrazos pero avisen primero.

- Te amamos, Samy-. Dijo Louis mientras dejaba un beso en la frente del pequeño.

- Y yo a ustedes, má.

"Era de noche y Louis se encontraba metido en el baño desde hacía unos minutos, se había sentido mal desde días atrás y no sabíamos qué era lo que le pasaba.

- ¿Harry?-. Escuché su voz llamarme desde el otro lado de la puerta del baño.

- ¿Louis? ¿Está todo bien, cariño?-. Sentí la puerta abrirse y sus ojitos rojos fueron lo primero que me recibió-. ¿Lou?

- ¿Qué haremos, Harry? Ha dado positivo y no sé qué haremos con un bebé o con lo de la empresa de tu padre, siquiera sé qué pasará con mi beca al otro lado o...-. Lo callé dándole un beso.

- Lou, tranquilo, estoy contigo y eso no va a cambiar, seguimos juntos y no me he ido, cariño-. Lo abracé e intenté tranquilizarlo aunque fuera solo un poco.

- Tengo miedo, Harry. Hay muchas cosas por delante, muchos problemas y acabamos de sumar a alguien más a nuestras vidas-. Limpié sus lágrimas cuando se separó de mí.

- Estaremos bien, verás que encontraremos la solución."

¿Soy de un vientre rentado? | Larry StylinsonDove le storie prendono vita. Scoprilo ora