Harry:
Esa pregunta jamás imaginé que la escucharía.
La suave voz de Sam nos había sacado de nuestra burbuja dejándonos congelados al escuchar el nombre de Louis de sus labios.— ¿De dónde has sacado ese nombre, Sam?-. La voz de Marlene fue la que me permitió respirar otra vez. No esperaba que Samuel encontrara ese nombre.
— Es solamente que estaba buscando mi certificado de nacimiento y... umh... me encontré con una que dice el nombre de ese señor-. Marlene volteó a verme buscando alguna respuesta. Desgraciadamente, yo no tenía una.
— Es un viejo amigo Sam, no es algo de lo que debas preocuparte, debe de haber sido un error-. Sam asintió no muy convencido de ello, pero después ya no le puso importancia a la cosa y siguió buscando todo para inscribirse al equipo de fútbol.
Louis:
— ¡Louis! ¡Louis! Levántate, tengo buenas noticias para nosotros-. Escuchar el fuerte grito de Niall a mis espaldas no era la mejor manera de despertar.
— Ni, por favor, déjame dormir-. Giré en la cama e intenté seguir durmiendo pero Niall Horan no se daba por vencido tan fácilmente.
— Louis, por favor, ambos dijimos que si encontrábamos algo de trabajo estaríamos contentos-. Solamente escuché la palabra trabajo y me levanté de golpe. He estado esperando esa palabra por tantos meses, que no me importaba no tener mi siesta después de una larga jornada de trabajo en una cafetería.
— Sé que dijimos que teníamos que usar nuestros títulos así que... ¡Tenemos trabajo en una escuela! Tú como profesor de historia y yo de música-. Abrí la carta que tenía Niall en sus manos y fruncí el ceño.
— Niall, aquí dice que es en Londres, no vivimos ahí-. Lo vi morderse el labio. Esto no era bueno-. Ni...
— Sé que no quieres volver allá, pero por favor Lou, por primera vez desde hace meses tendremos un trabajo decente, por favor-. Suspiré y me tiré en la cama. Era cierto que ninguno de los dos tenía un buen trabajo, seguíamos teniendo los mismos de cuando recién estábamos en la universidad y eso era algo deprimente para alguien que tenía una carrera.
— Bien, acepto el trabajo-. Niall gritó y yo suspiré. Bueno, era una buena excusa para decirle a mi madre que iría a verla, después de todo, no tenía a nadie aquí.
🌘🌒🌖
Por la noche recibí la llamada de mi madre y le di las buenas noticias, ella decía que las chicas estaban emocionadas y que por fin podría ver a los gemelos que habían nacido mientras yo me encontraba estudiando en Estados Unidos. La última vez que había visto a mi familia fue en la boda de mi madre y eso ya había sido hace algunos años.
— ¿Boo?-. Hice un ruido en señal de escucharla-. ¿Seguro que quieres volver? No tienes que hacerlo si no lo deseas, cariño.
— Creo que ya es hora de superar algunas cosas en la vida, mamá-. Suspiré. Bien, todos sabían que yo no había superado nada y no lo haría-. Además, es una muy buena oportunidad para crecer y usar ese maldito título.
— Bien, entiendo, ya sabes en dónde buscarme si es que tienes algún problema.
— Claro mamá, probablemente iremos a tu casa primero.
— Está bien, te quiero Boo.
— Y yo a ti mamá-. Colgué el teléfono y empecé a empacar mi maleta. Esto sería algo triste.
Había llegado a Estados Unidos cuando tenía quince años, después de haber obtenido una beca para venir a estudiar acá y que me permitieran despejar mi mente de aquellos recuerdos que Londres guardaba consigo. Simplemente una noche tomé una maleta, hablé con mi madre y me vine a estudiar. Ya aquí, cuando entré a la universidad, conocí al que sería mi compañero de casa y mi mejor amigo, Niall Horan, era un chico muy lindo y extrovertido, le gustaba comer y platicar con la gente; nunca se separó de mi lado, desde que le conté la historia de mi vida había querido que evitáramos el ir a Londres, a pesar de extrañar a mi familia, los recuerdos me atormentaban y evitaban mi regreso. Pero ahora era distinto.
Niall y yo habíamos luchado por sacar nuestros títulos como educadores, él como maestro de música y yo de historia o literatura y a pesar de ser un país enorme, no habíamos tenido la oportunidad de ejercer nuestros trabajos y como última opción fue el ir a buscar a otros países, así fue como Niall consiguió dos puestos es una de las escuelas de Londres.Solamente esperaba que como Londres era enorme, así fuese mi suerte.
🌒🌖🌒
Habíamos llegado a Londres a la semana siguiente. Niall nos había conseguido un departamento pequeño y cómodo, con las suficientes cosas como para sobrevivir hasta tener la primera paga y como ese día era Domingo, debíamos prepararnos para el Lunes, el cuál sería nuestro primer día de clases y nuestro primer día en la nueva escuela. Ambos esperábamos no equivocarnos en las cosas y poder salir adelante.
— Listo, las ultimas cajas fueron abiertas y acomodadas, nuestras cosas están en nuestras respectivas habitaciones y mañana tenemos que llegar a la escuela para que la directora nos dé una pequeña visita guiada, ¿alguna duda?-. Reí ante el tono de profesor que Niall a veces usaba conmigo.
— Sí, ¿Quién se levantara primero mañana?-. Niall bufó. Él sabía perfectamente que yo no era de levantarme temprano.
— Bien, bien, yo te despertaré ¡Pero tienes que despertar Tomlinson!
— Sí, ya lo sé mamá-. Sonrío y fue a su cuarto. Yo esperaba que mañana fuese un buen día, y que las cosas estuviesen de mi lado.
🌖🌒🌗🌖
El lunes llegamos puntuales a la escuela, a pesar de mi batalla para despegarme de la cama, Niall consiguió levantarme y hacerme tomar un baño.
La directora era una mujer amable no mayor de cincuenta años. Nos había dado una visita guiada rápida para que no tuviésemos que perdernos y poder encontrar nuestros salones a tiempo, la buena noticia era que ambos a compartíamos a la mayoría de los grupos, yo le daría clases a los salones en los cuales el viejo maestro de historia había dejado cosas pendientes y Niall sería el nuevo maestro que abriría el salón de música.— Bien, primer grupo el 220A, deséame suerte-. A la hora de las clases Niall y yo habíamos ido a la sala de maestros, a la espera del timbre de entrada.
Entrar al salón de clases había hecho que mi corazón se acelerara, sé que muchos preferían no volver a tocar alguna escuela jamás pero amaba ver a los chicos aprender cosas nuevas y verlos llegar al salón sorprendidos por el nuevo rostro de su profesor, era algo divertido.
Empecé a ver a todos poco a poco, las chicas que apenas su cuerpo se desarrollaba y los chicos que apenas y podían evitar el acné cuando vi al pequeño, ese niño que yo había abandonado con su padre y su supuesta madre cuando él apenas era un bebé, ese niño que había cargado en mi vientre y ahora me veía con una curiosa mirada.
Alejé mi mirada de él cuando el salón se llenó y me dispuse a ordenar a todos y presentarme.— Buenos días chicos, yo soy Louis Tomlinson y seré su nuevo maestro de historia. Espero llévame bien con ustedes.
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¿Soy de un vientre rentado? | Larry Stylinson
FanfictionYo no sabía que mi vida cambiaría de un día para otro, hace tan sólo un tiempo que me enteré que la persona que creía que era mi madre en realidad no lo era, aunque daba gracias a ello ya que mi relación con ella no era para nada buena y a causa de...