Trece

750 83 19
                                    

Harry:

La enfermera nos había pedido que ayudáramos a Emma para sacarla de la escuela y que avisáramos al maestro encargado de la organización del incidente y que sacaríamos a Emma de la escuela, pero al parecer el famoso "profesor Tomlinson" no era nada menos que Louis, el mismo chico que mis pensamientos tenían constantemente desde hace años.

Sam había ayudado a Emma a pararse y yo me encargaba de ver a Louis armar el papeleo para que pudiésemos sacarla de la escuela.

- Harry... digo, señor Styles-. La voz de Niall hizo que volteara a verlo y su rostro de preocupación fue lo primero que noté.

- No necesitas llamarme señor Styles, Niall. No es como que no te conociera-. Sonrió un poco ante eso. Conocía a este chico desde que estábamos casi en pañales, era extraño que me llamara de usted.

- Lo siento, no sabría si te gustaría que te llamara por tu nombre después de tanto tiempo-. Asentí. En eso tendría razón-. Solamente quería decirte si no era mucha molestia si Louis y yo fuéramos contigo para ver a Emma, ya casi terminaba nuestros turnos y después vendría el siguiente maestro encargado.

- Si Louis no tiene ningún problema en ir hasta mi casa, yo no tengo por qué preocuparme.

- Excelente, dame tu dirección y los alcanzamos después.

Solo esperaba no arrepentirme de llevar a Louis a mi casa una vez más.

Louis:

Ver a Harry cara a cara había hecho que mi corazón se disparara por nervios. Era claro que Harry sería el encargado de la "custodia" de Emma, el padre de ella casi nunca estaba presente en la escuela y a lo poco que sabía, a Harry le gustaba verla a ella y a su hijo. 

Después de que Emma despertara y se despejara un poco del golpe, la enfermera me había pedido hacer un pequeño reporte sobre el incidente y ella lo firmaría para tener registro y darle un castigo al responsable junto con la directora, pero eso era algo que se haría después.

- El señor Styles se quedó petrificado al verlo, profesor-. La voz de la enfermera salió baja, para que solo escucháramos los dos.

- ¿Eh? No, claro que no. Solo habrá sido por el susto de ver a la pequeña en ese aspecto-. Su risa fue suave y fina. La verdad, no quería tener que pasar por esta vergonzosa platica con la enfermera de la escuela.

- Haré como que le creo, profesor. Pero esa mirada solamente la he tenido de mi esposo-. Me guiñó su ojo y yo salí de allí mismo con las mejillas sonrosadas. 

— ¿Qué tanto estabas haciendo, Niall?-. Vi a Niall de pie a un lado de la puerta de la enfermería. Se notaba que estaba preocupado.

- Iremos a casa de los Styles, Lou y no quiero un no por respuesta.

- ¡Pero Niall!

- ¡Es una buena causa!

Escuchar a mi mejor amigo decir que iríamos a una casa que yo pensé que nunca iba a pisar me había puesto los nervios de punta. A veces creía que mi edad no había cambiado en todos estos años, aún me sentía nervioso como la primera vez que fui a casa de Harry para jugar... y ahora, años después, por fin veo que nunca abandonó la casa que alguna vez había comprado para nosotros tres. Recuerdo cuando le dije a Harry que esperaba a Sam, sus padres le habían dado el poco dinero que seguían teniendo para su hijo y él lo había invertido en una casa para su pequeña familia, casa que solamente llegué a ver por no más de un año y medio.

Tocamos la puerta al llegar y Samuel fue el que nos abrió la puerta, sorprendido al vernos de pie en frente de su casa pero de inmediato nos dejó pasar, nosotros siguiendo sus pasos hasta donde Harry estaba sentado junto con Emma, ella estaba con una taza de lo que parecía chocolate caliente.

- Emma, ya he hablado con tu padre, vendrá cuando esté desocupado-. La voz de Harry hizo que me sorprendiera. Se le escuchaba entre enojado y preocupado.

- Gracias, tío Harry-. La suave voz de Emma casi no se escuchó, pero sabía que era por el miedo que ella tenía.

Cuando Sam se paró a un lado de su padre, fue cuando éste por fin nos vio, sonriendo en grande al notar que habíamos aparecido en su casa.

- Supongo que es aquí cuando te preguntamos lo que sabes, ¿no es así, Niall?-. Mi amigo asintió.

Harry nos había ofrecido sentarnos alrededor en los sillones y un poco de agua. Yo, la verdad era que no podía evitar la mirada al notar los ojos del rizado sobre mí y aunque sabía que él estaba poniendo atención a las palabras de Niall, también me estaba prestando atención a mí. Solo quería huir de ahí.

- Entonces todo este tiempo Jackson te había estando lastimando, ¿Em?-. De todos los adultos, el que más preocupado estaba parecía ser Samy, nosotros parecíamos tener una pelea de miradas entre los tres.

- Lo siento por no querer comentar nada, Samy. No quería que papá se enojara-. Samuel la abrazó.

- No tienes por qué, Emma. Tu papá encontraría la manera de arreglar todo.

Después de aquella confesión de parte de la pequeña, nos dimos cuenta que se había puesto el sol y que empezaba a anochecer, por nuestro propio bien habíamos decidido que ya era de partir a nuestra casa, había sido un día acelerado por la escuela y por el accidente de Emma.

- Creo que es hora de que nos vayamos, Harry. Fue un gusto volver a verte-. Había hablado Niall por mí y lo agradecí.

- El placer fue mío, Niall. Ustedes siempre serán bienvenidos en mi casa-. Asentimos y nos dirigimos a la puerta, no sin antes despedirnos de Sam y de Emma. La pobre ya se encontraba más tranquila y jugaba con Samuel.

- ¡Espera Louis!-. Antes de poder salir de la casa, Harry me había detenido en la puerta-. Solo quería decirte que... fue un gusto volver a verte, principalmente a ti-. Sonrió de lado, dejando ver su hoyuelo. Me quería morir ahí mismo.

- El placer fue mío, gracias por ayudar a la pequeña de Emma, ella necesitaba a alguien-. Daba gracias a Dios que mi voz no había sonado tan nerviosa como me sentía.

- Liam es un idiota a pesar de que ame a su niña, mañana temprano vendrá por ella y espero que puedan llegar a una solución su esposa y él-. Ambos nos quedamos viendo uno al otro. Él se veía demasiado bien a pesar de que ya habían pasado bastantes años desde lo nuestro, su rostro seguía viéndose varonil y fuerte, y yo seguía babeando por él.

- ¿Crees que pueda tener tu número? Solo para... estar al contacto, ya sabes-. Sus mejillas se tiñeron de un rojo bajito.

- Puedes pedírselo a Samuel, él tiene mi número. 

- Adiós Louis.

- Adiós Harry.

______________________________________________

Jesús, María y José. 

LOS NIÑOS SE HAN VISTO Y... yo muero de amor cada vez más. 

Espero que realmente les esté gustando esto, siento que la he vuelto más lenta que mis otras novelas, idk. Ustedes digan

¡Les quieroooo!

¿Soy de un vientre rentado? | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora