¿Soy de un vientre rentado? | Larry Stylinson

Dieciséis

Harry:

Llegado el fin de semana había decidido que necesitaba un poco de la ayuda de mi madre en cuanto al tema de Louis. Ella sabía que siempre había sido mi deseo el poder tener familia y cuando Samuel fue anunciado, había sido una gran noticia (a pesar de la poca edad que teníamos ambos) pero el hecho de Louis me había vuelto loco y sentía que iba a cometer una locura si no volvía para hablar con alguien aparte de mí.

— ¡Abuela Anne!-. Llegar a casa de mi madre siempre me traía un sentimiento reconfortante al ver la casa en al que crecí, pero también era la misma que me hacía sentir triste por las cosas que viví pero no pude disfrutar.

— Oh Samy, mi lindo nieto, ¿Cómo han estado mis dos chicos favoritos?-. Samuel corrió a los brazos de mi madre. Su típica forma de recibirla.

— Abuela, somos los únicos hombres que tienes en tu vida, esa es una gran mentira-. Ambos rieron por su comentario y yo solo podía sentir como mi corazón se hacía pequeño al verlos juntos.

Mi madre había requerido información del por qué la repentina visita a su casa. Desde que se enteró del divorcio y vio que realmente no me había afectado se dio cuenta que nunca había funcionado esa relación, nunca fuimos exclusivos ni nada pero realmente no éramos una pareja.

— ¿Ahora me dirás el por qué están aquí o tendré que seguir esperando? No me molesta que vengan, pero tu voz no me convencía del todo, hijo.

Si esto se empieza a poner muy triste, lo siento, estaba escuchando Falling mientras escribía. Y me la pongo en bucle porque soy masoquista.

— Han pasado muchas cosas que no te he contado, mamá. Entre ellas, el hecho de que Louis regresó-. Habíamos pasado la tarde en familia, mi madre dándonos de comer y Sam se encontraba feliz de poder estar con alguien más aparte de mí.

— ¿Louis? ¿Louis Tomlinson? ¿El que es la madre de Samuel?-. No pude evitar reír un poco por su comentario, sonaba como si fuese alguien malo.

— Si mamá, ese Louis Tomlinson-. Sonreí un poco al recordarlo. Siempre había logrado eso conmigo, sacarme sonrisas sin darme cuenta.

— Debo suponer que las cosas no salieron muy bien o hay algo que te preocupa.

— Lo hay, existe algo que me preocupa-. Ella agarró mis manos y me dio un pequeño apretón. Bueno, era hora de desahogarme un poco-. Tengo miedo de lo que pueda suceder, mamá.

— ¿Crees que Louis está aquí para quitarte a Sam?-. Negué de inmediato. No, sabía que él no estaba aquí por ello.

— No, sé que no vino a eso, realmente él... él no estaba aquí para vernos, simplemente no lo encontramos por pura casualidad.

— Oh Harry, hijo-. Se levantó de su asiento y vino a abrazarme-. En el fondo esperabas que regresa, ¿No es así? No importaba la razón, querías que volviera.

— Han pasado años y sigo sin poder olvidarlo, mamá. Sé que Samy es su copia pero no puedo evitar pensarlo, no puedo-. La abracé por la cintura y me permití llorar.  Pasarían años y dolería como la primera vez.

— ¡Harry! Necesito hablar contigo sobre algo, es importante-. Un Louis de 19 años se acercaba conmigo, traía en sus manos una hoja.

— ¿Qué es eso que traes en tus manos, Lou?-. Lo recibí con una sonrisa en mi rostro. Su carita de ángel me hacía derretirme con solo verlo y aunque su expresión no era muy alegre, sabía que no debía preocuparme.

— Tengo una hoja de aceptado para una universidad en Estados Unidos, sé que es muy lejos pero... creo que es lo mejor para toda la situación-. Mi sonrisa decayó. ¿Irse lejos? ¿Quería irse?

—  Pero Lou... creí que querías verlo, verle crecer-. No podía dejarme así, no podía dejarnos así.

— Y así lo deseo, Harry. Pero no creo soportar ver como te la pasas con ella y yo solamente me encargo de cuidar a Samuel. Sería un respiro para ti y para mí, aunque extrañaré a Samy, es mi bebé-. Sus ojitos empezaron a brillar por las lágrimas. 

— Harry, hijo. Sabes que la decisión que tomes será lo mejor para ti y tu familia, solo dime ¿Ya has hablado con él?-. No pude decir nada más y asentir.- Es tu elección hijo, no hay nada más que puedas hacer.

Nos separamos y decidí ir a la habitación de Samuel solo para revisar cómo estaba. Al entrar, me encontré con la suave imagen de mi hijo dormido abrazado a una almohada. 

Sabía que Samuel nunca había preguntado por una figura materna, aunque Marlene nunca había sido la persona más indicada para el papel, Sam nunca se sintió cómodo con ella y eso me hacía dudar muchas veces sobre si mi hijo sabría la verdad, si realmente él sabía sobre las suaves mentiras que alguna vez le dije o que realmente todos estos años ha vivido. No podría simplemente decirle de la noche a la mañana que Louis era quien lo dio a luz, tampoco quería que creyera que Louis nunca lo había querido, que por eso se había ido de nuestras vidas cuando realmente había sido todo lo contrario. Nuestras decisiones como padres no habían sido las mejores y las situaciones nos habían separado para que no sufriéramos los dos, pero realmente seguíamos teniendo a este pedacito, a éste pequeño niño que seguía siendo sangre de los dos, que crecerá para ser una buena persona pero que merecía la verdad sobre sus padres, pero primero, tendría que idear alguna manera para que él supiera sobre todo, principalmente sobre la historia familiar de Louis.

- Espero que no te vayas a enojar con nosotros al saber la historia, Samy. Realmente fuimos egoístas contigo, hijo. Lo siento tanto-. Pasé mi mano por su suave cabello, solamente queriendo cuidar de sus sueños como cada noche lo había hecho desde el primer día que llegó a nuestras vidas.

- ¿No te das cuenta, Hazz? Es un pedacito de nosotros, un pedacito de cielo que tenemos en nuestros brazos-. Louis sonría adormilado, después de todo, cinco horas de parto habían sido complicadas y largas para él.

- Es nuestro pedacito de cielo, Lou. Y cuidaré de ambos con mi vida. 

Pedacito dedicado pal Fefe, que se puso a leer esta wea y me molesta para seguir escribiendo.

Vato... en serio, llevo todo el año hablando contigo en Discord y no me aprendo tu usuario raro ¬¬