Epílogo.

700 58 22
                                    

Harry:

— ¡Harry!-. Ese había sido el grito que me había levantado de mis dulces sueños, pero era un grito que me provocó miedo y felicidad.

— ¡Ya voy, Lou!

Y así fue como de repente los tres nos habíamos levantado en la madrugada para salir corriendo rumbo al hospital. Un Samuel nervioso intentando tomar todo lo que Louis tenía preparado para este día y yo intentando cargar a un Louis que no dejaba de quejarse del dolor.

- ¡¿Por qué acepté hacer esto otra vez?! ¡Harry, te odio!-. Samuel volteó a verme con miedo justo en el momento en que dejaba a su madre en el auto.

- ¿Así fue conmigo?-. Preguntó estando ya sentado junto a Louis.

- Oh si, creo que incluso un poco peor.

Al llegar al hospital nos informaron que solamente una persona podía estar con Louis pero gracias al cielo nuestros padres habían llegado a tiempo al hospital y no tuve que dejar solo a Samuel.

Entrar a la habitación había hecho que me regresa años atrás, sintiéndome más pequeño pero con menos miedo que la primera vez. Ya sabía a qué me enfrentaba, sabía lo que se nos venía encima y estaba preparado para ello, era el nacimiento de mi segundo hijo, y ahora sabía más que nunca que podría criarlo con la persona con la cual siempre deseé estar, no como la primera vez que temía por el futuro de mi hijo, que no sabía cómo contarle algún día que la persona que lo había traído al mundo se había ido para dejarnos una vida feliz, pero no mas. 

- Vamos Lou, eres fuerte-. Llegué a su lado y besé su frente. 

Se encontraba en mitad de una contracción y aunque los médicos le habían dicho que casi era la hora, que su cuerpo estaba preparado, podía ver como el dolor era desgarrador.

- Pronto pasará, Lou y nuestro bebé estará aquí-. Dejé que apretara mi mano. Después de todo, aunque fuese el padre, mi trabajo aquí era de apoyarlo en todo momento.

- Solo un poco más-. Murmuré cuando la hora de la acción comenzó y fue cuando escuché el llanto que pude sentir cómo Louis se relajaba y suspiraba.

- Ya está aquí, Hazz-. Dijo con su voz cansada.

- Felicidades señores, es una niña-. Reí. Había ganado la gran apuesta con Niall Horan.

- Es la pequeña Alice, Hazza. Está aquí.

Dejamos que nuestros familiares nos vieran un rato y saludaran a la pequeña Alice Rose Styles, y como Louis seguía cansado del esfuerzo, se retiraron a sus casa dejándonos solos.

- ¿Puedo cargarla, ma?-. Samuel había entrado a la habitación junto a sus abuelos y se quedó, diciendo que deseaba quedarse con sus padres y su hermanita.

- Claro que si, hijo-. Se sentó a mi lado, tomando de forma delicada el cuerpecito de la bebé.

- Nunca pensé que volvería a tener esta imagen, Hazz. De ti cargando un bebé de los dos, a nuestro nuevo hijo-. Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

- Yo tampoco creí que volvería a tener esta imagen de ti en una cama después de haber tenido a nuestro hijo-. Di un suave beso en su frente-. Pero me alegro de poder volver a tenerla, los amo, los amo tanto a los tres que no hay nada que me haga querer cambiar la vida que hemos llevado.

"Éramos ahora tres. 

Éramos tres en esta habitación cuando hace tan solo unas horas éramos dos, de repente habíamos escuchado el llanto del bebé, de nuestro pequeño hijo que había llegado a este mundo... pero cuando todos los que se encontraban en la habitación creían que nuestras lágrimas eran por la llegada del nuevo ser, nosotros por dentro sabíamos que era por la partida que sucedería días después del nacimiento de Samuel.

En mi cabeza pasaban miles de ideas, miles de miedos, miles de cosas que no creía que pudiese describir en algún momento. Ni mis padres, ni un maestro, ni un libro me había preparado para esto que estaba viviendo, esta felicidad que sentía, pero el miedo y la tristeza eran sentimientos que no se iban de mi mente. Deseaba con el alma que Louis no se fuera al final, deseaba que mi boda con Marlene no se lograra o que incluso, el dinero que su abuelo había dejado para ella realmente se perdiese, deseaba que las cosas no fueran como las habíamos tenido que planear, pero las cosas ya estaban aquí, todo estaba llegando al punto en el que tendríamos que empezar con todo.

Louis se iría a estudiar, lejos de Samuel y de mí.

Me casaría con Marlene.

Y le daría una vida llena de amor incondicional, aunque Mar no fuese su madre, aunque viviéramos en una mentira, el amor de su padre jamás le haría falta."

Y ahora estábamos aquí, de nuevo en esta habitación, con tu madre dormido por el cansancio que produjo el traer un nuevo ser al mundo, contigo abrazando a tu hermana y detallando sus expresiones, los pequeños quejidos que dejaba salir y mi mente llena de amor y paz, llena de felicidad y de seguridad, no como cuando te tuve que cargar por primera vez, mi niño.

Te prometí que jamás te faltaría nada, que jamás te faltaría el amor de un padre hacia su hijo, que aunque tu madre nos había dejado por una buena causa, yo jamás me separaría de ti y hasta el día de hoy sigo cumpliendo mi promesa, hasta mi último día de vida, hasta que mi aliento no saliera más de mi boca.

- ¿Papá?-. La suave voz de mi hijo me hizo salir de mis recuerdos.

- ¿Sí, Sam?-. Me abrazó. Habíamos dejado a la bebé en su cunita del hospital y ahora solo éramos él y yo, como la primera vez hace años.

- Gracias por siempre cuidarnos, por siempre estar aquí.

- Te hice una promesa el primer día en que te vi, cuando tus ojos eran pequeños y apenas podías reconocer mi voz y nunca la romperé.

- Te amo, papá.

- Y yo a ti, Samuel.

--------------------------------------------------------------------------------------

Les juro que las lágrimas son por una basurita que se me metió al ojo... ah... me dolió escribir éste capítulo pero espero que hayan disfrutado de la novela completa.

Gracias a quienes la han leído desde el inicio y por esperarme tanto cuando tardaba en subir un capítulo.

Los amo.

D.S.

¿Soy de un vientre rentado? | Larry StylinsonOù les histoires vivent. Découvrez maintenant