CAPITULO 41

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INOCENCIA INCOSCIENTE.

¡Mira pequeño amor! mira el destino que nos tocó, mira los árboles que fueron cómplices de tu presencia y de la mía, ¿sentiste el mismo viento que sentí yo?, es posible que te hayas ido lejos, tan lejos como quisiste estarlo alguna vez, pero sé que nunca te diste cuenta de que dejaste algo muy clavado dentro de mí, quisiera no sentirlo, quisiera ignorarlo e inventarme excusas para olvidarte y no despacio, tengo demasiadas inquietudes que nunca volveré a compartirlas a tu lado, porque entiendo que nuestros caminos deben ir por separado, pero se las comparto a quienes están aquí conmigo ahora, porque sé que no estoy sola.

Me cuesta decir que a veces me siento decepcionada, pero es porque realmente tengo miedo y no quiero decirlo, no quiero sentirme débil, no quiero sentir esa sensación, mi corazón se entristece y me ahogo en ti, sin querer, soy como una niña inocente que desconoce lo que me has hecho por dentro y temo por mi bienestar emocional.

Nunca supe lo que era quedarse ahí, estar ahí, abrazar y sentir, en cuanto llegaste lo entendí y lo sentí, pero todo empeoró y se arruinó, de la nada, como un torbellino, quizás -digo- quizás fue el destino, y ya sé que lo culpo a él, pero no he encontrado otras respuestas.

He sido victima de muchas cosas que nunca había soñado, incluso de ti, incluso del parque, incluso de la escuela, incluso de ella, quiero dejar de culparme a mí, quiero dejar de culparte a ti e igual, quiero dejar de culpar al destino.

Ya no hay un verano contigo, no hay un helado compartido, descendieron las hojas secas que habían concluido su historia, la vida ha dado un giro tan brusco como el dolor que me has causado, permíteme dejar caer la máscara de tus palabras mentirosas, ellas ya no me sirven de mucho, había un destiempo en el fondo de tu alma, queriendo ser extraordinarios quedó un amor tan ordinario, y te fuiste lento que dejaste el recuerdo, mi mente se rasguñó con los silenciosos momentos, a veces lloro, alimentando un sueño que nunca va a suceder, pero entiende pequeño amor, te quería tan cerca y terminamos tan lejos.

Sufre el azufre porque no siente ardor, triste el sol porque no puede sentir su propio calor, así de extraño estamos, que aún sabiendo que nos extrañamos... nos alejamos, no es esto extraño?

Nunca confirmé nada, pero siempre fuiste mi secreto más evidente, no lo supieron ellos, nunca lo supiste tu, siempre lo supe yo.

 Cenizas... dejaste pequeñas huellas que ardieron dentro de mí y quedaron cenizas, escribí cartas como de enamorada y me perdí en un insomnio psicodélico, pero más bien era un eterno desafío conmigo misma, porque en el fallido intento de no mirarte a los ojos y no perderme en ellos, fallé y caí desde lo alto, sé que no todos habremos aprendido lo que realmente es ser, un humano, porque hay ángeles que nacen sin plumas y sin vuelo, pero yo no pertenezco a ti, porque siempre estuvo eso.

Lo que yo quería decir.








HOLA 2021Where stories live. Discover now