CAPITULO 23

13 1 0
                                    

Con ruinas en el alma y desierto en la piel...

¡Seamos nada!

-Eres mi nada.

Cuando la gente me encuentra con la mirada perdida y me pregunta ¿en qué piensas?, me pregunto ¿Qué somos?.

Escucho esa melodía tan triste, esa que se oye por ahí hablando sola, contando una historia que no conozco, pero que imagino que es la mía, y temo, porque no conozco de ninguna melodía que cuente las pecas y los lunares de mi desierto, porque hay ruinas en mi alma, ponerle nombre a lo que duele, es una tarea complicada.

Piénsame en voz baja, no se te vaya a salir nuestro secreto por la mirada, sí, tu mirada, esa que habla hasta por los codos, esa que esconde deseos llenos de lujuria, pero no te escondas ni avergüences de mí, no te juzgo por lo que yo también escondo en mis ojos y lo siento, pero tuve que hacerlo, amarte en silencio, besarte en sueños, abrazarte con una mirada, una sonrisa...

Melodía.

Sí, melodía delicada, suave y dulce como la miel, escondiendo palabras que no sabes que viven en mí también, estoy atrapada entre tú y el final y nada se compara con lo que realmente siento por ti, pésima costumbre, de quedarte en mi mente y no venir a quedarte en mis días, tomaré una copa de vino, para embriagar mi ''pena'', por no haberme ido hasta el final.

Me siento cansada, mis fuerzas se agotan y marchitan como esa rosa que rosas por mi rostro, no hay mucho que hacer, deja el intento, es inútil.

...

No sé las veces que has bailado sola las canciones para dos, no sé si te pesan más las heridas que las alas, no sé dónde ni qué, tampoco sé cómo, pero sí sé que contigo.

Continuará...






HOLA 2021Where stories live. Discover now