29. Demasiado bueno.

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Han pasado dos días desde que hablé con el señor S y mi suerte aún no mejora

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Han pasado dos días desde que hablé con el señor S y mi suerte aún no mejora.

Son las ocho y punto de la mañana y me encuentro en el comedor con Mike, Susie y Laia. Somos los únicos en el lugar y con justa razón, solo unos locos estarían desayunando a esta hora en su último día en el campamento, tengo suerte de que Angelina tenga el sueño pesado, no hubiera podido lidiar con sus preguntas en esta situación.

-No entiendo nada- repite Susie cuando termino de explicarles.

-Así como lo oyes, cuando salgamos de aquí Robert nos hará llegar documentos falsos y tu madre nos entregará ropa nueva y otros accesorios apenas lleguemos al hotel- ellos me siguen mirando como si estuviera chiflada- ¡Vamos! No es tan difícil de entender.

-Sí, entendemos lo que nos has dicho, es solo que todo es tan...- Laia se detiene buscando la palabra adecuada.

-Espera- interrumpe Susie- ¿Ropa nueva? ¿Accesorios? ¿Cómo es que en tan poco tiempo lograste convencer a mi madre de comprarnos ropa con tanta facilidad? ¡Estaba castigada, ella había confiscado mi tarjeta!

Me llevo la mano a la cabeza, mi amiga no deja de ser ella ni en las situaciones más críticas.

-¿Jossie está siendo perseguida por asesinos en potencia, asesinaron a alguien y eso es lo único que te preocupa?- la incredulidad se refleja en la voz de la pelirroja- ¡Qué más da como la sobornó!

Ahora soy yo quien le dirige una mirada indignada. ¿Yo? ¿Sobornar? En todo caso si alguien lo hubiera hecho ese habría sido Robert, fue él quién me pidió que me comunicara con ellos.

-Yo no la soborné, solo...

-Vayan al punto por favor, pronto empezarán a llegar los campistas- todas observamos a Mike quien está masticando su sándwich despreocupadamente. No ha hablado mucho, pero hay que admitir que tiene razón.

Suspiro antes de volver a centrarme en el tema y seguirles explicando el plan, me siento orgullosa de él y espero que de verdad estemos yendo un paso delante de The Cursed Rose. Estamos jugándolo todo o nada, este suele ser de mis juegos favoritos en otros campos, pero como están las cosas nos vendría bien ir a lo seguro.

-Tienes razón, debemos concentrarnos. No deben haber errores- ellos comen mientras me escuchan con atención- Debemos lucir diferente y tener nombres distintos para viajar porque ellos nos pueden estar esperando en el aeropuerto y así podremos despistarlos.

-Mmm, no lo sé. He visto en las películas que esa gente es peligrosa, muy inteligente. ¿No crees que nuestra apariencia no será inconveniente para ellos?

-Susie tiene razón- apunta Mike- Además no sabemos si nos verán salir del campamento y si es así podrían seguirnos, ¿no?

Sonrío orgullosa de lo perspicaces que son, por supuesto esas fueron preguntas que también pasaron por mi mente cuando estábamos armando el plan en estos días, pero Robert brillante como siempre se encargó de que esto no fuera un problema. Espero que las predicciones que habíamos realizado de cuáles podrían ser sus movimientos sean correctas y que no nos salgan con una sorpresa, pero creo que es poco probable... espero.

El deleite de tu peligrosa miel.Where stories live. Discover now