145. 𝗟𝗔 𝗛𝗨𝗜𝗗𝗔

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—Eres parte del reino, Gerald Le Brun, no hagas que me arrepienta —dijo Lucy, volviendo a levantarse y quedar frente a él.

—Lo usaré con orgullo —dijo él, luego miró a los guardias—. Y... ¿ser el Consejero de la heredera significa que puedo ordenar a los guardias?

—Claro que sí —asintió Lucy—. Pero nada de prostitutas en el castillo —advirtió.

—Entendido, más que claro —asintió el hombre.

—Cambiate esos trapos, ellos te darán la ropa —dijo Lucy, yéndose con dos guardias que cerraron las puertas detrás de ella.

Caminó por los pasillos, confiaba en que Gerald querría lo mejor para el pueblo tanto como ella, y fue su forma de ayudar a Alicia, lo que la impulsó a seleccionarlo cómo su Consejero.

—¡Su excelencia! —exclamó uno de los guardias que cuidaban las puertas principales del castillo, corriendo como podía hasta la princesa.

Se detuvo agotado frente a ella, tomando aire.

—¿Qué sucede, Jeffrey? —preguntó Lucy confundida.

—¡Es... Es...!

—Respira antes de hablar —le aconsejó Lucy.

El guardia se tomó unos segundos y volvió a hablar:

—Es la líder de los Salvajes, alteza —explicó él, Lucy lo miró preocupada.

—¿Lexa? ¿Qué sucedió con Lexa, Jeffrey? —preguntó exaltada.

—Su... Su mano derecha está esperando en la Sala de los Tronos, ella no me lo quiso decir —habló.

—Edna... —murmuró Lucy, viendo hacía las puertas del final del pasillo, que la llevarían a la Sala de los Tronos con Edna—. Gracias, Jeffrey. Descansa un poco antes de volver a tu puesto —le dijo, antes de pasar por su lado y caminar rápidamente hacía las puertas del final.

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         Nolan se estrelló contra el duro suelo, soltando un quejido de dolor.

—Creo que debí recordarte del aterrizaje —se disculpó Ginny, ayudándolo a levantarse.

—Wouh —soltó Nolan viendo el castillo frente a ellos—. ¡Un castillo!

—¿Le decimos que ya vino o lo dejamos celebrarlo por décima vez? —preguntó Charlie a su esposa en un susurro.

—Déjalo así —le respondió Katherine.

Harry, Ron y Hermione soltaron una risa al escucharlos.

—¡Miren los dragones! —exclamó Sara entusiasmada, señalando el cielo.

—¡¿Dónde?! ¡Dragones, nos comerán! ¡AL SUELO TODOS! —gritó Nolan, tirándose al suelo de un movimiento en seco.

—No, son buenos, Nol —le dijo Ginny, ayudándolo a levantarse.

—¿Desde cuándo hay más de lo habitual, señora madre? —le preguntó Sara a Katherine—. Creí que solo estaban Rawraq, y sus tres dragones.

Señaló los dos dragones que estaban en los hombros de Katherine y el que estaba en el hombro de Charlie.

—Deja de llamarme así —murmuró Katherine, viendo a Sara con los ojos entrecerrados.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Where stories live. Discover now